Lady Camones: Congreso exige al presidente
La titular del Poder Legislativo, Lady Camones, demandó del presidente Castillo brindar todas las facilidades a la Fiscalía. ¿Puede hacer otra cosa el mandatario sin pisotear la ley? No hay chance y hasta el más desavisado sabe que no es posible.
Debe advertirse que los estudios sobre la popularidad del Congreso sitúan a esta muy desprestigiada institución por las, literalmente, patas de los caballos. Por debajo, inclusive, del gobierno.
Por tanto, no está demás preguntarse si los requerimientos o exigencias provenientes de poderes debilitados poseen alguna eficacia. Da la impresión que no fuera así.
¿Ponerle candado y de patitas en la calle a los inquilinos precarios de Plaza Bolívar, soluciona el grave intríngulis por el que atraviesa el país? Tengo la plena convicción que no.
Indispensable también inquirir si la vacancia, renuncia o el golpe que avisa todos los días, del presidente Castillo, transita por idénticos caminos de supuesta solución. Y hay que decir que tampoco.
Perú es un desorden de desórdenes. Cada cual pretende que su brulote confusionista y extremista, represente una solución para sus miopes visiones de caníbales de cuello y corbata.
El presidente Castillo no ha sido capaz de generar una comunicación clara y efectiva con el país como tampoco ha escogido a la mejor gente. No pocos pícaros y prontuariados han hecho de las suyas.
¿Hay posibilidad de un pacto solemne en que todos aquieten los arrebatos en uno u otro sentido, y conduzcamos la nave a puerto seguro? El grado de salvajismo e imbecilidad en todas las tiendas, pareciera dinamitar esta, cada vez más lejana, opción.
¿Podrá la prensa concentrada y monopólica morigerar sus dinamitazos diarios y volver a su tarea informativa y no de juez productor de sentencias al por mayor?
Días duros los que pasa Perú. Nunca tanto débil mental pretendió fungir de civilizado y constructor. Los resultados están a la vista. Y el festín apenas tiene algo más de un año.
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Lady Camones: Congreso exige al presidente
La titular del Poder Legislativo, Lady Camones, demandó del presidente Castillo brindar todas las facilidades a la Fiscalía. ¿Puede hacer otra cosa el mandatario sin pisotear la ley? No hay chance y hasta el más desavisado sabe que no es posible.
Debe advertirse que los estudios sobre la popularidad del Congreso sitúan a esta muy desprestigiada institución por las, literalmente, patas de los caballos. Por debajo, inclusive, del gobierno.
Por tanto, no está demás preguntarse si los requerimientos o exigencias provenientes de poderes debilitados poseen alguna eficacia. Da la impresión que no fuera así.
¿Ponerle candado y de patitas en la calle a los inquilinos precarios de Plaza Bolívar, soluciona el grave intríngulis por el que atraviesa el país? Tengo la plena convicción que no.
Indispensable también inquirir si la vacancia, renuncia o el golpe que avisa todos los días, del presidente Castillo, transita por idénticos caminos de supuesta solución. Y hay que decir que tampoco.
Perú es un desorden de desórdenes. Cada cual pretende que su brulote confusionista y extremista, represente una solución para sus miopes visiones de caníbales de cuello y corbata.
El presidente Castillo no ha sido capaz de generar una comunicación clara y efectiva con el país como tampoco ha escogido a la mejor gente. No pocos pícaros y prontuariados han hecho de las suyas.
¿Hay posibilidad de un pacto solemne en que todos aquieten los arrebatos en uno u otro sentido, y conduzcamos la nave a puerto seguro? El grado de salvajismo e imbecilidad en todas las tiendas, pareciera dinamitar esta, cada vez más lejana, opción.
¿Podrá la prensa concentrada y monopólica morigerar sus dinamitazos diarios y volver a su tarea informativa y no de juez productor de sentencias al por mayor?
Días duros los que pasa Perú. Nunca tanto débil mental pretendió fungir de civilizado y constructor. Los resultados están a la vista. Y el festín apenas tiene algo más de un año.