Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
27-10-2024
Estudiantes y doble excepcionalidad
En nuestro país existen varias brechas educativas importantes, informó el psicólogo social José Manuel Delgado Taboada, una de esas es la escasa cobertura asociada a la diversidad funcional en el aula. Muchos estudiantes se perjudican al no ser identificados ni atendidos según sus necesidades educativas particulares, tanto los que presentan discapacidades sensoriales, cognitivas o relacionales”.
Aludió Delgado a “casos especialmente complejos, poco comprendidos y desatendidos, como los estudiantes con doble excepcionalidad, es decir, la combinación de alta capacidad con otra forma de diversidad funcional”.
“Estos estudiantes enfrentan un contexto desafiante, lejos de ser identificados por su potencial y apoyados adecuadamente, suelen ser desatendidos y desamparados en los sistemas educativos, lo que provoca que sus necesidades particulares se invisibilicen y su pleno desarrollo se vea gravemente limitado”, subrayó el especialista Delgado.
“Los estudiantes con altas capacidades y autismo de nivel 1 presentan un perfil cognitivo y conductual único, marcado por una combinación de habilidades excepcionales en determinadas áreas y dificultades significativas en otras, sobre todo en aspectos sociales y emocionales.
Por un lado, destacan en áreas como las matemáticas, las ciencias o las artes, poseen un pensamiento divergente, creativo y una capacidad de resolver problemas de manera innovadora.
Sin embargo, simultáneamente, enfrentan dificultades en la interacción social, la comunicación no verbal, la interpretación de emociones ajenas y la gestión de la ansiedad, que son características del autismo de nivel 1.
Este perfil dual presenta una paradoja para los educadores: mientras que los docentes pueden percibir y valorar las capacidades académicas excepcionales de estos estudiantes, suelen malinterpretar las conductas derivadas del autismo como falta de interés, indisciplina o desafío a la autoridad.
Además, las dificultades sociales y de comunicación de estos alumnos a menudo conducen a que sean etiquetados como "problemáticos" o se los aísle de sus compañeros, lo que refuerza un ciclo de exclusión social y emocional”, añadió didácticamente Delgado.
Desatención
Describió el psicólogo: “El principal problema que enfrentan los estudiantes con doble excepcionalidad es la desatención por parte del sistema educativo.
Por un lado, es común que las escuelas enfoquen sus esfuerzos en las necesidades socioemocionales y académicas de los estudiantes con autismo, pero ignoren o subestimen las capacidades cognitivas sobresalientes.
Es más, varios de estos estudiantes, según reportan sus preocupados padres, reciben ajustes curriculares en el sentido contrario a sus potencialidades: en lugar de plantearles retos mayores, reciben ajustes como si tuvieran otros tipos de autismo”.
Poco usual
En torno a los programas, Delgado explicó: “para estudiantes con altas capacidades, rara vez abordan las dificultades sociales, emocionales y conductuales de aquellos que también presentan autismo. Como resultado, estos estudiantes suelen quedarse fuera del alcance de intervenciones educativas efectivas y diferenciadas que podrían potenciar su desarrollo integral”.
“Como consecuencia, estos estudiantes no encajan en los programas convencionales de atención a la diversidad, ni en los dirigidos a aquellos con discapacidad ni en los diseñados para los de altas capacidades, es decir, están desamparados”, señala nuestro entrevistado.
Desamparo escolar
“El que experimentan los estudiantes con doble excepcionalidad tiene graves consecuencias en múltiples niveles. En primer lugar, no logran desarrollar todo su potencial debido a la falta de ajustes y adaptaciones adecuadas en el currículo. Sin un enfoque personalizado que reconozca tanto sus fortalezas como sus debilidades, estos alumnos suelen sentirse frustrados o desmotivados”.
“En segundo lugar, el impacto emocional y psicológico de la desatención es considerable. Los estudiantes con autismo de nivel 1 ya enfrentan dificultades significativas en el ámbito social, y el aislamiento o la falta de comprensión por parte de sus compañeros y profesores exacerban sus sentimientos de soledad y ansiedad.”.
En conclusión –señala Delgado Taboada- los estudiantes con altas capacidades y autismo de nivel 1, son un grupo vulnerable dentro del sistema educativo que requiere una atención específica y diferenciada. La desatención y el desamparo que actualmente sufren pueden ser superados si se implementan políticas inclusivas y programas integrales que promuevan su desarrollo académico, social y emocional.
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Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
27-10-2024
Estudiantes y doble excepcionalidad
En nuestro país existen varias brechas educativas importantes, informó el psicólogo social José Manuel Delgado Taboada, una de esas es la escasa cobertura asociada a la diversidad funcional en el aula. Muchos estudiantes se perjudican al no ser identificados ni atendidos según sus necesidades educativas particulares, tanto los que presentan discapacidades sensoriales, cognitivas o relacionales”.
Aludió Delgado a “casos especialmente complejos, poco comprendidos y desatendidos, como los estudiantes con doble excepcionalidad, es decir, la combinación de alta capacidad con otra forma de diversidad funcional”.
“Estos estudiantes enfrentan un contexto desafiante, lejos de ser identificados por su potencial y apoyados adecuadamente, suelen ser desatendidos y desamparados en los sistemas educativos, lo que provoca que sus necesidades particulares se invisibilicen y su pleno desarrollo se vea gravemente limitado”, subrayó el especialista Delgado.
“Los estudiantes con altas capacidades y autismo de nivel 1 presentan un perfil cognitivo y conductual único, marcado por una combinación de habilidades excepcionales en determinadas áreas y dificultades significativas en otras, sobre todo en aspectos sociales y emocionales.
Por un lado, destacan en áreas como las matemáticas, las ciencias o las artes, poseen un pensamiento divergente, creativo y una capacidad de resolver problemas de manera innovadora.
Sin embargo, simultáneamente, enfrentan dificultades en la interacción social, la comunicación no verbal, la interpretación de emociones ajenas y la gestión de la ansiedad, que son características del autismo de nivel 1.
Este perfil dual presenta una paradoja para los educadores: mientras que los docentes pueden percibir y valorar las capacidades académicas excepcionales de estos estudiantes, suelen malinterpretar las conductas derivadas del autismo como falta de interés, indisciplina o desafío a la autoridad.
Además, las dificultades sociales y de comunicación de estos alumnos a menudo conducen a que sean etiquetados como "problemáticos" o se los aísle de sus compañeros, lo que refuerza un ciclo de exclusión social y emocional”, añadió didácticamente Delgado.
Desatención
Describió el psicólogo: “El principal problema que enfrentan los estudiantes con doble excepcionalidad es la desatención por parte del sistema educativo.
Por un lado, es común que las escuelas enfoquen sus esfuerzos en las necesidades socioemocionales y académicas de los estudiantes con autismo, pero ignoren o subestimen las capacidades cognitivas sobresalientes.
Es más, varios de estos estudiantes, según reportan sus preocupados padres, reciben ajustes curriculares en el sentido contrario a sus potencialidades: en lugar de plantearles retos mayores, reciben ajustes como si tuvieran otros tipos de autismo”.
Poco usual
En torno a los programas, Delgado explicó: “para estudiantes con altas capacidades, rara vez abordan las dificultades sociales, emocionales y conductuales de aquellos que también presentan autismo. Como resultado, estos estudiantes suelen quedarse fuera del alcance de intervenciones educativas efectivas y diferenciadas que podrían potenciar su desarrollo integral”.
“Como consecuencia, estos estudiantes no encajan en los programas convencionales de atención a la diversidad, ni en los dirigidos a aquellos con discapacidad ni en los diseñados para los de altas capacidades, es decir, están desamparados”, señala nuestro entrevistado.
Desamparo escolar
“El que experimentan los estudiantes con doble excepcionalidad tiene graves consecuencias en múltiples niveles. En primer lugar, no logran desarrollar todo su potencial debido a la falta de ajustes y adaptaciones adecuadas en el currículo. Sin un enfoque personalizado que reconozca tanto sus fortalezas como sus debilidades, estos alumnos suelen sentirse frustrados o desmotivados”.
“En segundo lugar, el impacto emocional y psicológico de la desatención es considerable. Los estudiantes con autismo de nivel 1 ya enfrentan dificultades significativas en el ámbito social, y el aislamiento o la falta de comprensión por parte de sus compañeros y profesores exacerban sus sentimientos de soledad y ansiedad.”.
En conclusión –señala Delgado Taboada- los estudiantes con altas capacidades y autismo de nivel 1, son un grupo vulnerable dentro del sistema educativo que requiere una atención específica y diferenciada. La desatención y el desamparo que actualmente sufren pueden ser superados si se implementan políticas inclusivas y programas integrales que promuevan su desarrollo académico, social y emocional.