Sacan de Egipto a embajador peruano José Betancourt
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
19-11-2024
Sacan de Egipto a embajador peruano José Betancourt
A nuestro controvertido y polémico Ministerio de Relaciones Exteriores, no le quedó más remedio que cancelar al que fuera embajador en Egipto, José Betancourt Rivera. Protagonista, el mencionado, de maltratos y arrogancias con funcionarios oficiales, dicho pésimo comportamiento fue reportado a Cancillería en julio del presente año.
Como fuera revelado en la prensa en Internet, el cónsul honorario, Basil Marco, envió una carta de cuatro páginas al entonces ministro Javier González-Olaechea, donde describe una serie de problemas que vio de primera mano en los últimos dos años.
El ex cónsul honorario sostiene que él organizó varias reuniones en Alejandría entre el ex embajador peruano y personalidades culturales, empresariales y del Poder Ejecutivo, como el gobernador de Alejandría, el jefe del Puerto de Alejandría, el almirante de la Marina, el presidente de la Universidad de Alejandría, el decano de la Facultad de Derecho de la misma institución, entre otros.
Su primera preocupación, relata, fue que Betancourt había tenido interacciones con militares y funcionarios de alto nivel del gobierno egipcio “plagadas de arrogancia y falta de respeto”.
“Lamento informarle que en muchos casos necesité calmar a estos oficiales después de la visita oficial, debido al pobre temperamento del embajador. Para resaltar con un ejemplo que presencié de primera mano: el embajador fue dominante y exigente con el jefe del Puerto de Alejandría, en vez de intentar iniciar un diálogo constructivo con él. Debido a la importancia de las relaciones personales para cualquier misión diplomática, estas interacciones lastimaron el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales entre el Perú y Egipto”, dice en la misiva dirigida a González-Olaechea.
En ningún manual diplomático del mundo se establece que la tarea de un embajador sea la de incordiar, tratar mal o con la punta del pie a los funcionarios del país donde ejerce la tarea diplomática como ocurrió con José Betancourt.
Lo sorprendente del caso no es que Torre Tagle, el 11 de setiembre y vía la Resolución Suprema N.º 151-2024-RE, también ratificara que aquél dejó la representación ante el Reino Hachemita de Jordania y ante la República Arabe Siria y por eso se cancelaron sus cartas credenciales y los plenos poderes correspondientes, sino que el artículo 5 de dicha RS, le da las gracias “por los importantes servicios prestados a la Nación en el desempeño de sus funciones”.
¿Le dieron las gracias por poner en peligro la idoneidad de la representación peruana que mal ejercía en Egipto y por ser un elemento conflictivo tal como ha escrito el ex cónsul honorario?
De repente hay nuevas y cuestionables directivas en Torre Tagle y se alaba, premia y agradece que los malcriados hagan su tarea en los países en que son encargados de la embajada. Un nuevo estilo, poco productivo, a ojos vista.
¿Qué libra al país, para vergüenza de Cancillería, que le otorguen una medalla con grabación ad hoc, en estos días que el señor Betancourt ya debe estar de vuelta en Lima?
Pero, tengo la viva impresión que este caso desagradable puede refrescarnos la memoria sobre el complot que se hizo pocos años atrás contra el jefe de la misión en Israel, embajador Fortunato Quesada, a quien con grabaciones ocultas, coordinaciones sucias y que son hechos demostrados por la propia institución, se destituyó, maltrató en un programa político dominical y se expulsó del centro de trabajo en Tel Aviv, primero, y luego en Perú.
Lo objetivo de entonces, admitido por testimonios claves, de manera oral y escrita, es que la participación de tres embajadores, un ex canciller, Popolizio, y un vicecanciller, de Zela, el ex embajador Boza (+), de un secretario Rubín, y de personal trabajador en la sede de Israel, demostró que el plan u objetivo, a como diera lugar, había sido desaforar al embajador Quesada. Como efectivamente ocurrió.
Al diplomático Betancourt prácticamente le echan de Egipto y Cancillería resuelve extraerlo con fórmula escrita anodina y la RS le da las gracias por los servicios prestados.
Entonces ¿para algunos, las iras divinas de los que mandan en Torre Tagle, sí caen con todo, hasta con pérdida del proyecto de vida, y para otros, felicitaciones que no merecen?
¡Por sus obras les conocereis! El errático mando en Torre Tagle es público, la documentación existe y los sucesos que motivan este artículo, también.
Una severa, raigal, exigente hasta el más mínimo detalle y que consiga un Ministerio de Relaciones Exteriores justo en la calificación de sus servidores, que prescinda de apellidos y núcleos familiares, del color de piel y las tradiciones coloniales a que son tan afectos, se requiere con suma urgencia.
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Sacan de Egipto a embajador peruano José Betancourt
Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
19-11-2024
Sacan de Egipto a embajador peruano José Betancourt
A nuestro controvertido y polémico Ministerio de Relaciones Exteriores, no le quedó más remedio que cancelar al que fuera embajador en Egipto, José Betancourt Rivera. Protagonista, el mencionado, de maltratos y arrogancias con funcionarios oficiales, dicho pésimo comportamiento fue reportado a Cancillería en julio del presente año.
Como fuera revelado en la prensa en Internet, el cónsul honorario, Basil Marco, envió una carta de cuatro páginas al entonces ministro Javier González-Olaechea, donde describe una serie de problemas que vio de primera mano en los últimos dos años.
El ex cónsul honorario sostiene que él organizó varias reuniones en Alejandría entre el ex embajador peruano y personalidades culturales, empresariales y del Poder Ejecutivo, como el gobernador de Alejandría, el jefe del Puerto de Alejandría, el almirante de la Marina, el presidente de la Universidad de Alejandría, el decano de la Facultad de Derecho de la misma institución, entre otros.
Su primera preocupación, relata, fue que Betancourt había tenido interacciones con militares y funcionarios de alto nivel del gobierno egipcio “plagadas de arrogancia y falta de respeto”.
“Lamento informarle que en muchos casos necesité calmar a estos oficiales después de la visita oficial, debido al pobre temperamento del embajador. Para resaltar con un ejemplo que presencié de primera mano: el embajador fue dominante y exigente con el jefe del Puerto de Alejandría, en vez de intentar iniciar un diálogo constructivo con él. Debido a la importancia de las relaciones personales para cualquier misión diplomática, estas interacciones lastimaron el objetivo de mejorar las relaciones bilaterales entre el Perú y Egipto”, dice en la misiva dirigida a González-Olaechea.
En ningún manual diplomático del mundo se establece que la tarea de un embajador sea la de incordiar, tratar mal o con la punta del pie a los funcionarios del país donde ejerce la tarea diplomática como ocurrió con José Betancourt.
Lo sorprendente del caso no es que Torre Tagle, el 11 de setiembre y vía la Resolución Suprema N.º 151-2024-RE, también ratificara que aquél dejó la representación ante el Reino Hachemita de Jordania y ante la República Arabe Siria y por eso se cancelaron sus cartas credenciales y los plenos poderes correspondientes, sino que el artículo 5 de dicha RS, le da las gracias “por los importantes servicios prestados a la Nación en el desempeño de sus funciones”.
¿Le dieron las gracias por poner en peligro la idoneidad de la representación peruana que mal ejercía en Egipto y por ser un elemento conflictivo tal como ha escrito el ex cónsul honorario?
De repente hay nuevas y cuestionables directivas en Torre Tagle y se alaba, premia y agradece que los malcriados hagan su tarea en los países en que son encargados de la embajada. Un nuevo estilo, poco productivo, a ojos vista.
¿Qué libra al país, para vergüenza de Cancillería, que le otorguen una medalla con grabación ad hoc, en estos días que el señor Betancourt ya debe estar de vuelta en Lima?
Pero, tengo la viva impresión que este caso desagradable puede refrescarnos la memoria sobre el complot que se hizo pocos años atrás contra el jefe de la misión en Israel, embajador Fortunato Quesada, a quien con grabaciones ocultas, coordinaciones sucias y que son hechos demostrados por la propia institución, se destituyó, maltrató en un programa político dominical y se expulsó del centro de trabajo en Tel Aviv, primero, y luego en Perú.
Lo objetivo de entonces, admitido por testimonios claves, de manera oral y escrita, es que la participación de tres embajadores, un ex canciller, Popolizio, y un vicecanciller, de Zela, el ex embajador Boza (+), de un secretario Rubín, y de personal trabajador en la sede de Israel, demostró que el plan u objetivo, a como diera lugar, había sido desaforar al embajador Quesada. Como efectivamente ocurrió.
Al diplomático Betancourt prácticamente le echan de Egipto y Cancillería resuelve extraerlo con fórmula escrita anodina y la RS le da las gracias por los servicios prestados.
Entonces ¿para algunos, las iras divinas de los que mandan en Torre Tagle, sí caen con todo, hasta con pérdida del proyecto de vida, y para otros, felicitaciones que no merecen?
¡Por sus obras les conocereis! El errático mando en Torre Tagle es público, la documentación existe y los sucesos que motivan este artículo, también.
Una severa, raigal, exigente hasta el más mínimo detalle y que consiga un Ministerio de Relaciones Exteriores justo en la calificación de sus servidores, que prescinda de apellidos y núcleos familiares, del color de piel y las tradiciones coloniales a que son tan afectos, se requiere con suma urgencia.