
Emilia en su primer año
Del amor y encanto de la pareja que forman Alejandra y Alonso, nació el 27 de mayo del 2021 Emilia Alejandra. Desde hace doce meses esta niñita ha constituido fanal potente, luz inspiradora, cariño de nunca acabar.
Quienes, por pura curiosidad, deseen adentrarse en los sentimientos de un periodista que ahora es también abuelo, pueden discurrir por las notas de Estrenando (por escrito) la abuelidad https://bit.ly/3oTS9oQ
Algunos hombres de prensa podemos ser duros y cáusticos en la denuncia y en el señalamiento, pero somos simples mortales cuando el llamado filial robustece su presencia con los hijos de nuestros hijos.
En los días que corren Emilia ya da pasos, muestra su vigorosa complexión y voluntad que anticipa un carácter muy decidido y nos hace desternillar de risa con sus juegos, piruetas y travesuras inocentes.
Cuando la segunda generación irrumpe como ley de la vida, el horizonte se ensancha, el porvenir dibuja prometedores augurios y renace la fe que mueve montañas, reconstruye naciones y delinea hombres y mujeres buenos y dignos, decentes y honrados.
Muchas veces en las soledades propias del trabajo cotidiano, haciendo paréntesis y recreo efímeros, acudí a la imagen de Emilia y sonreí reconfortado porque ella es parte de una nueva generación y, sobre todo, una mejor esperanza.
Si los abuelos maternos y paternos estamos de plácemes y congratulación por el primer año de Emilia, ¡qué decir de los bisabuelos lúcidos y alegres con su bisnieta!
Con el padre de Emilia, mi hijo Alonso, establecimos, cada vez que llegaba el 23 de octubre, su cumpleaños, una carta filial. En ellas he relatado las crónicas de entonces, destacando magníficos gestos y hechos aunque también precisando mi opinión respecto de otros sucesos. Y en esos 18 años pude redactar mensajes, epístolas, notas. Encontré que una fórmula de hablar con los hijos, cuando el tiempo es tirano y no permite mayor frecuencia, es la escrita.
¿Cuántos padres o madres les escriben a sus hijos? ¿No es acaso hora de intentar mejores vías de comunicación o atajos que involucren a los menores en una apuesta por el futuro inclusivo para los mayores y los menores?
Y si lo hice con mi hijo, me preguntaba desde hace días, ¿qué me impide dedicar algunas líneas a mi nieta Emilia? Lo leerá con ayuda o cuando aprenda a hacerlo, pero he allí el testimonio, impronta y sello indeleble del papá de su papá, es decir de su abuelo.
Emilia: eres la alegría de tus padres. Y los abuelos y los bisabuelos concursamos también en esta celebración de tu natalicio, el primero de todos y estaremos en los que vengan en adelante. Nuestro júbilo arropa tu temprana niñez y acompañaremos el devenir hasta que las fuerzas nos sean de plena contribución. Y como obsequio te enviamos la palabra AMOR cristalino, sólido y eterno. Eres luz, sé siempre brillo e inspiración.
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Emilia en su primer año
Del amor y encanto de la pareja que forman Alejandra y Alonso, nació el 27 de mayo del 2021 Emilia Alejandra. Desde hace doce meses esta niñita ha constituido fanal potente, luz inspiradora, cariño de nunca acabar.
Quienes, por pura curiosidad, deseen adentrarse en los sentimientos de un periodista que ahora es también abuelo, pueden discurrir por las notas de Estrenando (por escrito) la abuelidad https://bit.ly/3oTS9oQ
Algunos hombres de prensa podemos ser duros y cáusticos en la denuncia y en el señalamiento, pero somos simples mortales cuando el llamado filial robustece su presencia con los hijos de nuestros hijos.
En los días que corren Emilia ya da pasos, muestra su vigorosa complexión y voluntad que anticipa un carácter muy decidido y nos hace desternillar de risa con sus juegos, piruetas y travesuras inocentes.
Cuando la segunda generación irrumpe como ley de la vida, el horizonte se ensancha, el porvenir dibuja prometedores augurios y renace la fe que mueve montañas, reconstruye naciones y delinea hombres y mujeres buenos y dignos, decentes y honrados.
Muchas veces en las soledades propias del trabajo cotidiano, haciendo paréntesis y recreo efímeros, acudí a la imagen de Emilia y sonreí reconfortado porque ella es parte de una nueva generación y, sobre todo, una mejor esperanza.
Si los abuelos maternos y paternos estamos de plácemes y congratulación por el primer año de Emilia, ¡qué decir de los bisabuelos lúcidos y alegres con su bisnieta!
Con el padre de Emilia, mi hijo Alonso, establecimos, cada vez que llegaba el 23 de octubre, su cumpleaños, una carta filial. En ellas he relatado las crónicas de entonces, destacando magníficos gestos y hechos aunque también precisando mi opinión respecto de otros sucesos. Y en esos 18 años pude redactar mensajes, epístolas, notas. Encontré que una fórmula de hablar con los hijos, cuando el tiempo es tirano y no permite mayor frecuencia, es la escrita.
¿Cuántos padres o madres les escriben a sus hijos? ¿No es acaso hora de intentar mejores vías de comunicación o atajos que involucren a los menores en una apuesta por el futuro inclusivo para los mayores y los menores?
Y si lo hice con mi hijo, me preguntaba desde hace días, ¿qué me impide dedicar algunas líneas a mi nieta Emilia? Lo leerá con ayuda o cuando aprenda a hacerlo, pero he allí el testimonio, impronta y sello indeleble del papá de su papá, es decir de su abuelo.
Emilia: eres la alegría de tus padres. Y los abuelos y los bisabuelos concursamos también en esta celebración de tu natalicio, el primero de todos y estaremos en los que vengan en adelante. Nuestro júbilo arropa tu temprana niñez y acompañaremos el devenir hasta que las fuerzas nos sean de plena contribución. Y como obsequio te enviamos la palabra AMOR cristalino, sólido y eterno. Eres luz, sé siempre brillo e inspiración.