Política

Elección de Prevost como Papa. De osos, osas y parásitos.

jomal1968@gmail.com
MaúrtuaAlvaJ
18 de mayo del 2025

Elección de Prevost como Papa. De osos, osas y parásitos.
por José Gabriel Maúrtua Alva

Hay en los bosques altos, selva alta, diferentes tipos de osos. Osos de anteojos, osos hormigueros que no son propiamente osos, pero así les dicen. Así también entre las osas. Y usted dirá y por qué las osas y de qué tanto animal escribe usted?

Bueno osa alude al femenino del plantígrado, pero también alude a la Orden de San Agustín. Esta congregación, más antigua que la propia República del Perú. Ya existía la Orden de San Agustín antes que los mercedarios, los dominicos, etc.

Hace muchos años decidí alejarme de la Iglesia Cat{olica.

Mis padres me inscribieron en un colegio de la Osa, Orden de San Agustín, un colegio “agustino” en el distrito de San Isidro. Era un plantel donde solían acudir los hijos de las clases medias y medias acomodadas de Lima.

Dicha estación representó una experiencia traumática, no sólo para mí, sino para varias generaciones de exalumnos. Ahora mismo y hace buenos años ya lo he afirmado en mi libro “Cronicas de Agustín Agurto en San Tagastín.

El Colegio San Agust{in de Lima fue dirigido desde 1975 hasta 1990 por un sacerdote fascista franquista español de nombre Cesáreo Fernández de las Cuevas quien solía afirmar del dictador Francisco Franco que “era el hombre mas grande que había dado España”.

Como sabemos, Franco propició una dictadura de mas de 35 años en España, con torturas, calabozos, campos de concentración etc.

Este señor convirtió mi experiencia escolar en una experiencia cuartelaria temprana, donde la violencia se ejerció contra los escolares de modo sistemático, directo como el pan nuestro de cada día.

Un régimen cuasi carcelario de adoctrinamiento fascista con los ideales extremos de Dios, patria y familia y homofobia a raudales que se combinaban con golpes a la cabeza, algunas veces con llavero en mano, inserción de uñas en los pabellones de las orejas de los estudiantes y numerosos “castigos creativos”: ser puestos en posición de 4 patas y ser pateado a modo de charada para ver quién habia sido y hasta no adivinar, seguía la creatividad del castigo.

De las Cuevas había buscado ayuda técnica en la tortura, pues había contratado un ex oficial de la Guardia Republicana, sí, los que cuidaban las cárceles, para, de esta manera, asegurarse que la rigurosidad de los castigos físicos se aplicase.

Todo ello llevaba a producir un stress escolar en un alumnado que vivía psicoseado por no ser castigado, antes que por estudiar.

Las reprimendas físicas incluían palazos con reglas enormes de madera gruesa en las posaderas.

En resumidas cuentas, se trataba de una cárcel que hubiera sido la delicia para el análisis del libro de Foucalult “Vigilar y Castigar”.

Por el año 1979, apareció un joven sacerdote llamado Pablo Larrán García, mediáticamente conocido como “el padre Pablo”.

Ese sacerdote OSA sabía de todo estos castigos y jugaba en pared con ellos. Si bien él mismo no castigaba físicamente, otros lo hacían para Cuevas, otro de la OSA.

Larrán jamás se opuso a los castigos y no levantó la voz nunca contra los castigos. Esto es, fue cómplice y a veces jalador de patillas con furia.

A mí, me propinó una jalada de patillas, de padre y señor mío.

Era Larrán un castigador eventual. El trabajo sucio lo hacía otro miembro de la Osa, el padre Souto, de quien Pedro Salinas afirmaba en su libro Mateo X, convirtió al San Agustin “en un Treblinka”.

Tambien participaron de las golpizas y maltratos a menores estudiantes, el miembro de la Osa Hiulario Curto Martín, mas conocido como “el padre Chicho”. Ese señor nos daba puñetazos en las cabezas. Y si soy menos inteligente hoy, acaso se debe a un puñetazo “santo” del reverendo padre Chicho.

No hace muchos años falleció el Guardia Republicano encargado de golpes y castigos creativos quien fue preparador físico del equipo de los amores del director franquista Cuevas.

De este controversial guardia republicano obsesionado con la “mariconada” de algunos estudiantes por dejarse el cabello largo, el padre Larrán con una gran sonrisa, afirmaba en su programa radial “Toda historia tiene su personaje malo” y reía con esa sonrisa falsísima que le ha acompañado tantos años.

Mi libro “Cronicas de Agustín Agurto en San Tagastín”, 2016, esboza las atrocidades y castigos físicos y mentales cometidos en dicho centro y los inmensos silencios guardados por varios miembros de la Osa.

Acaba de ganar la elección para pontífice o papa, un miembro de la Osa, quien al parecer lejos de efectuar todas estas salvajadas aquí descritas, se dedicó a ayudar a los pobres de las comunidades por donde pasó y a poner en su sitio a la secta pronazi Sodalitium de Vida Cristiana, y ayudar al papa Bergoglio a sitiar y disolver dicha secta.

Me parece interesante, yo pasé 11 años en ese centro fascista agustino como estudiante, descubrir que no “todos eran iguales”.

El padre Prevost parece diferente. Bien por él. Lo indignante es ver aparecer a ese padre español de sonrisa falsa que sabe demasiado y guarda inmensos silencios sobre las atrocidades sucedidas en San Agustín, llamar a Prevost, “es mi amigo”; “es mi hermano”, etc.

Me llama poderosamente la atención y no deja de llenarme de preocupación que los diferentes miembros de la Osa, pretendan limpiarse con la elección de un personaje miembro de la orden de San Agustín como papa, para limpiar su oscuro y vil pasado.

Bien por Prevost y sólo espero que así como supo Bergoglio y Prevost limpiar en algo su institución, cerrando a una secta fascista como fue el Sodalitium. ejerza la investigación sobre su propia orden y específicamente sobre ese centro educativo de San Isidro, manchado con dolor, golpes, torturas.

Violar sexualmente a las personas, no es la única manera de violentarlos.

Propiciar un ambiente de odio, fascista, de maltratos, homofóbico, logra nefastos resultados.

Así hay Osas y osas y esperamos que Prevost se atreva a marcar la diferencia examinando su propia Orden.

 

 

 

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Elección de Prevost como Papa. De osos, osas y parásitos.

jomal1968@gmail.com
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18 de mayo del 2025

Elección de Prevost como Papa. De osos, osas y parásitos.
por José Gabriel Maúrtua Alva

Hay en los bosques altos, selva alta, diferentes tipos de osos. Osos de anteojos, osos hormigueros que no son propiamente osos, pero así les dicen. Así también entre las osas. Y usted dirá y por qué las osas y de qué tanto animal escribe usted?

Bueno osa alude al femenino del plantígrado, pero también alude a la Orden de San Agustín. Esta congregación, más antigua que la propia República del Perú. Ya existía la Orden de San Agustín antes que los mercedarios, los dominicos, etc.

Hace muchos años decidí alejarme de la Iglesia Cat{olica.

Mis padres me inscribieron en un colegio de la Osa, Orden de San Agustín, un colegio “agustino” en el distrito de San Isidro. Era un plantel donde solían acudir los hijos de las clases medias y medias acomodadas de Lima.

Dicha estación representó una experiencia traumática, no sólo para mí, sino para varias generaciones de exalumnos. Ahora mismo y hace buenos años ya lo he afirmado en mi libro “Cronicas de Agustín Agurto en San Tagastín.

El Colegio San Agust{in de Lima fue dirigido desde 1975 hasta 1990 por un sacerdote fascista franquista español de nombre Cesáreo Fernández de las Cuevas quien solía afirmar del dictador Francisco Franco que “era el hombre mas grande que había dado España”.

Como sabemos, Franco propició una dictadura de mas de 35 años en España, con torturas, calabozos, campos de concentración etc.

Este señor convirtió mi experiencia escolar en una experiencia cuartelaria temprana, donde la violencia se ejerció contra los escolares de modo sistemático, directo como el pan nuestro de cada día.

Un régimen cuasi carcelario de adoctrinamiento fascista con los ideales extremos de Dios, patria y familia y homofobia a raudales que se combinaban con golpes a la cabeza, algunas veces con llavero en mano, inserción de uñas en los pabellones de las orejas de los estudiantes y numerosos “castigos creativos”: ser puestos en posición de 4 patas y ser pateado a modo de charada para ver quién habia sido y hasta no adivinar, seguía la creatividad del castigo.

De las Cuevas había buscado ayuda técnica en la tortura, pues había contratado un ex oficial de la Guardia Republicana, sí, los que cuidaban las cárceles, para, de esta manera, asegurarse que la rigurosidad de los castigos físicos se aplicase.

Todo ello llevaba a producir un stress escolar en un alumnado que vivía psicoseado por no ser castigado, antes que por estudiar.

Las reprimendas físicas incluían palazos con reglas enormes de madera gruesa en las posaderas.

En resumidas cuentas, se trataba de una cárcel que hubiera sido la delicia para el análisis del libro de Foucalult “Vigilar y Castigar”.

Por el año 1979, apareció un joven sacerdote llamado Pablo Larrán García, mediáticamente conocido como “el padre Pablo”.

Ese sacerdote OSA sabía de todo estos castigos y jugaba en pared con ellos. Si bien él mismo no castigaba físicamente, otros lo hacían para Cuevas, otro de la OSA.

Larrán jamás se opuso a los castigos y no levantó la voz nunca contra los castigos. Esto es, fue cómplice y a veces jalador de patillas con furia.

A mí, me propinó una jalada de patillas, de padre y señor mío.

Era Larrán un castigador eventual. El trabajo sucio lo hacía otro miembro de la Osa, el padre Souto, de quien Pedro Salinas afirmaba en su libro Mateo X, convirtió al San Agustin “en un Treblinka”.

Tambien participaron de las golpizas y maltratos a menores estudiantes, el miembro de la Osa Hiulario Curto Martín, mas conocido como “el padre Chicho”. Ese señor nos daba puñetazos en las cabezas. Y si soy menos inteligente hoy, acaso se debe a un puñetazo “santo” del reverendo padre Chicho.

No hace muchos años falleció el Guardia Republicano encargado de golpes y castigos creativos quien fue preparador físico del equipo de los amores del director franquista Cuevas.

De este controversial guardia republicano obsesionado con la “mariconada” de algunos estudiantes por dejarse el cabello largo, el padre Larrán con una gran sonrisa, afirmaba en su programa radial “Toda historia tiene su personaje malo” y reía con esa sonrisa falsísima que le ha acompañado tantos años.

Mi libro “Cronicas de Agustín Agurto en San Tagastín”, 2016, esboza las atrocidades y castigos físicos y mentales cometidos en dicho centro y los inmensos silencios guardados por varios miembros de la Osa.

Acaba de ganar la elección para pontífice o papa, un miembro de la Osa, quien al parecer lejos de efectuar todas estas salvajadas aquí descritas, se dedicó a ayudar a los pobres de las comunidades por donde pasó y a poner en su sitio a la secta pronazi Sodalitium de Vida Cristiana, y ayudar al papa Bergoglio a sitiar y disolver dicha secta.

Me parece interesante, yo pasé 11 años en ese centro fascista agustino como estudiante, descubrir que no “todos eran iguales”.

El padre Prevost parece diferente. Bien por él. Lo indignante es ver aparecer a ese padre español de sonrisa falsa que sabe demasiado y guarda inmensos silencios sobre las atrocidades sucedidas en San Agustín, llamar a Prevost, “es mi amigo”; “es mi hermano”, etc.

Me llama poderosamente la atención y no deja de llenarme de preocupación que los diferentes miembros de la Osa, pretendan limpiarse con la elección de un personaje miembro de la orden de San Agustín como papa, para limpiar su oscuro y vil pasado.

Bien por Prevost y sólo espero que así como supo Bergoglio y Prevost limpiar en algo su institución, cerrando a una secta fascista como fue el Sodalitium. ejerza la investigación sobre su propia orden y específicamente sobre ese centro educativo de San Isidro, manchado con dolor, golpes, torturas.

Violar sexualmente a las personas, no es la única manera de violentarlos.

Propiciar un ambiente de odio, fascista, de maltratos, homofóbico, logra nefastos resultados.

Así hay Osas y osas y esperamos que Prevost se atreva a marcar la diferencia examinando su propia Orden.

 

 

 

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