¿Para Mr. Trump no existe el mercado consumidor de drogas?

Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
4-12-2025
¿Para Mr. Trump no existe el mercado consumidor de drogas?
Casi a diario la potente avalancha noticiosa del gobierno de los Estados Unidos, nos inunda de filmaciones, fotos y detalle de cómo se bombardean botes, lanchas con supuestas cargas de drogas y con destino al país del norte.
Que se sepa y no hay información que refute la aseveración, el mercado de consumidores de drogas en Estados Unidos, es el más grande del mundo. Eso indica -lógica simple- que ese numeroso público adicto presiona con demanda de narcóticos y moviliza el sucio negocio.
El narcotráfico involucra estructuras gubernamentales, militares, comerciales, diplomáticas y es una industria gigantesca que no tiene cuándo parar, sobre todo si la presión del mercado (demanda) es creciente en las drogas tradicionales y los sucedáneos actuales mucho más letales.
¿Por qué no informa al mundo la administración de Mr. Trump qué medidas está adoptando para la erradicación de las drogas en su territorio, lugar inmenso -from coast to coast- donde sí puede movilizar el inmenso poder de fuego dirigido a sus connacionales?
Lo que ocurre con el silencio ominoso y vergonzante de casi todas las cancillerías latinoamericanas (la nuestra entre aquellas), es que the big stick (el gran garrote) del imperialismo, de que hiciera gala Mr. Teddy Roosevelt, revive insolente, impune, matón y aprovecha de una Latinoamérica con más de 20 republiquetas desconcertadas y al garete.
¿Ha escuchado, amigo lector, a cualquiera de los numerosos candidatos presidenciales, abordar el tema de las conflictivas relaciones del Perú y Latinoamérica con Estados Unidos y en el particular caso del narcotráfico?
Desde largos lustros atrás vengo preguntando ¿por qué Perú no le plantea a Estados Unidos que compre la cosecha actual de hoja de coca y la que se proyecte hasta los próximos 25 años y así se da capital de trabajo a campesinos en cultivos sanos, mejores y generando puestos y requerimiento de trabajo limpio?
¿O es que se daña a los que viven de prédicas paliativas como la sustitución de cultivos y que dan chamba a montones de vagos con sus consejos periodísticos, sociológicos y ventajistas (vivir del dólar no parece ser muy “malo”)?
Lo dramático es que detrás del narcotráfico en Perú, también hay decenas de personas, con y sin uniforme, bancos y financieras enroladas en la productiva y millonaria práctica, y quien cuestione el tema ¡atenta contra el business!
Mr. Trump, sin prueba alguna, hasta en su propio país empiezan a preguntarse si es legal lo que hace, dispara y mata. ¿Qué ley internacional ampara semejante comportamiento? Hasta donde hay información, sólo Trump tiene esa respuesta.
¿Sería un disparate pensar que los barones del narcotráfico están tomando contacto con los candidatos para asegurar un conveniente silencio respecto de iniciativas contra la droga? De repente el cuestionamiento correcto sería: ¿seguirán inoculando copiosos dólares para garantizar mutis por el foro?
Haya de la Torre repartía -él mismo por mano propia- volantes con una inscripción que decía así: ¡Dile NO a la droga maldita! Cualquiera que haya visitado la vieja casona de Alfonso Ugarte 1012 en aquellos años 70, recordará al anciano político, difundiendo su credo contra el vicio de estupefacientes.
Los mediocres dinosaurios ¡ni siquiera! piensan en dinámicas similares y que requieren el concurso entusiasta y vigoroso de la acción política para semejante difusión. La vanidad, el agio y usura vía negociados y dineros sucios, convirtieron a los partidos en clubes electorales integrados por sanguijuelas hambrientas de billetes.
¿Y qué esperan los llamados jóvenes renovadores por presentar su plataforma de lucha contra las drogas, sus planteamientos geopolíticos de la defensa continental latinoamericana y la forja de un frente de defensa que le recuerde a Mr. Trump que sus maneras son ilegales y que nosotros podemos -y debemos- actuar como pueblo continente?
La juventud no estriba en los pocos o escasos años que casi siempre equivalen a escasa experiencia y lengua suelta para decir disparates de los que hay que arrepentirse luego, sino la juvenilia espiritual y creadora para afrontar la dureza de los retos contemporáneos.
Entre esos desafíos la andanada imperialista de Mr. Trump en el norte y sus fuegos y pretextos no son las únicas amenazas.
El imperialismo chino que ha puesto inversiones en la totalidad de países latinoamericanos reviste particular importancia geopolítica en Perú y que una empresa propiedad del Partido Comunista chino maneja Puerto Chancay, nos sugiere que estemos alertas. No debe olvidarse que altos oficiales de institutos armados vendieron sus conciencias y eficiencias y abrieron de par en par, las puertas de la soberanía nacional.
¿Han envejecido los credos de la defensa continental latinoamericana? Los años pasaron, las amenazas crecieron y aumentaron sus peligros. La incursión del narcotráfico involucró a una industria cuyos miles de millones de dólares son lavados en bancos poderosos de cuyas operaciones en este ámbito apenas si sospechamos pero para eso son los paraísos fiscales y las cuentas cifradas.
Las payasadas y los clowns (algunos presos) que ocuparon la presidencia debieran ser lo que jamás se debe repetir.
¿Por qué fracasan tanto los llamados “políticos”? ¡Es que no lo son! ¿Por qué confundir a las langostas de cuello y corbata con los grandes capitanes que luchan por sus pueblos y su gente más pobre?
El que llega para robar o solazarse en la imbecilidad de sus vanidades míseras, es un simple ladrón que merece todo el desprecio ciudadano, así tenga 80 o más años que la culpa de sus crímenes no debería borrarse nunca.
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¿Para Mr. Trump no existe el mercado consumidor de drogas?

Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
4-12-2025
¿Para Mr. Trump no existe el mercado consumidor de drogas?
Casi a diario la potente avalancha noticiosa del gobierno de los Estados Unidos, nos inunda de filmaciones, fotos y detalle de cómo se bombardean botes, lanchas con supuestas cargas de drogas y con destino al país del norte.
Que se sepa y no hay información que refute la aseveración, el mercado de consumidores de drogas en Estados Unidos, es el más grande del mundo. Eso indica -lógica simple- que ese numeroso público adicto presiona con demanda de narcóticos y moviliza el sucio negocio.
El narcotráfico involucra estructuras gubernamentales, militares, comerciales, diplomáticas y es una industria gigantesca que no tiene cuándo parar, sobre todo si la presión del mercado (demanda) es creciente en las drogas tradicionales y los sucedáneos actuales mucho más letales.
¿Por qué no informa al mundo la administración de Mr. Trump qué medidas está adoptando para la erradicación de las drogas en su territorio, lugar inmenso -from coast to coast- donde sí puede movilizar el inmenso poder de fuego dirigido a sus connacionales?
Lo que ocurre con el silencio ominoso y vergonzante de casi todas las cancillerías latinoamericanas (la nuestra entre aquellas), es que the big stick (el gran garrote) del imperialismo, de que hiciera gala Mr. Teddy Roosevelt, revive insolente, impune, matón y aprovecha de una Latinoamérica con más de 20 republiquetas desconcertadas y al garete.
¿Ha escuchado, amigo lector, a cualquiera de los numerosos candidatos presidenciales, abordar el tema de las conflictivas relaciones del Perú y Latinoamérica con Estados Unidos y en el particular caso del narcotráfico?
Desde largos lustros atrás vengo preguntando ¿por qué Perú no le plantea a Estados Unidos que compre la cosecha actual de hoja de coca y la que se proyecte hasta los próximos 25 años y así se da capital de trabajo a campesinos en cultivos sanos, mejores y generando puestos y requerimiento de trabajo limpio?
¿O es que se daña a los que viven de prédicas paliativas como la sustitución de cultivos y que dan chamba a montones de vagos con sus consejos periodísticos, sociológicos y ventajistas (vivir del dólar no parece ser muy “malo”)?
Lo dramático es que detrás del narcotráfico en Perú, también hay decenas de personas, con y sin uniforme, bancos y financieras enroladas en la productiva y millonaria práctica, y quien cuestione el tema ¡atenta contra el business!
Mr. Trump, sin prueba alguna, hasta en su propio país empiezan a preguntarse si es legal lo que hace, dispara y mata. ¿Qué ley internacional ampara semejante comportamiento? Hasta donde hay información, sólo Trump tiene esa respuesta.
¿Sería un disparate pensar que los barones del narcotráfico están tomando contacto con los candidatos para asegurar un conveniente silencio respecto de iniciativas contra la droga? De repente el cuestionamiento correcto sería: ¿seguirán inoculando copiosos dólares para garantizar mutis por el foro?
Haya de la Torre repartía -él mismo por mano propia- volantes con una inscripción que decía así: ¡Dile NO a la droga maldita! Cualquiera que haya visitado la vieja casona de Alfonso Ugarte 1012 en aquellos años 70, recordará al anciano político, difundiendo su credo contra el vicio de estupefacientes.
Los mediocres dinosaurios ¡ni siquiera! piensan en dinámicas similares y que requieren el concurso entusiasta y vigoroso de la acción política para semejante difusión. La vanidad, el agio y usura vía negociados y dineros sucios, convirtieron a los partidos en clubes electorales integrados por sanguijuelas hambrientas de billetes.
¿Y qué esperan los llamados jóvenes renovadores por presentar su plataforma de lucha contra las drogas, sus planteamientos geopolíticos de la defensa continental latinoamericana y la forja de un frente de defensa que le recuerde a Mr. Trump que sus maneras son ilegales y que nosotros podemos -y debemos- actuar como pueblo continente?
La juventud no estriba en los pocos o escasos años que casi siempre equivalen a escasa experiencia y lengua suelta para decir disparates de los que hay que arrepentirse luego, sino la juvenilia espiritual y creadora para afrontar la dureza de los retos contemporáneos.
Entre esos desafíos la andanada imperialista de Mr. Trump en el norte y sus fuegos y pretextos no son las únicas amenazas.
El imperialismo chino que ha puesto inversiones en la totalidad de países latinoamericanos reviste particular importancia geopolítica en Perú y que una empresa propiedad del Partido Comunista chino maneja Puerto Chancay, nos sugiere que estemos alertas. No debe olvidarse que altos oficiales de institutos armados vendieron sus conciencias y eficiencias y abrieron de par en par, las puertas de la soberanía nacional.
¿Han envejecido los credos de la defensa continental latinoamericana? Los años pasaron, las amenazas crecieron y aumentaron sus peligros. La incursión del narcotráfico involucró a una industria cuyos miles de millones de dólares son lavados en bancos poderosos de cuyas operaciones en este ámbito apenas si sospechamos pero para eso son los paraísos fiscales y las cuentas cifradas.
Las payasadas y los clowns (algunos presos) que ocuparon la presidencia debieran ser lo que jamás se debe repetir.
¿Por qué fracasan tanto los llamados “políticos”? ¡Es que no lo son! ¿Por qué confundir a las langostas de cuello y corbata con los grandes capitanes que luchan por sus pueblos y su gente más pobre?
El que llega para robar o solazarse en la imbecilidad de sus vanidades míseras, es un simple ladrón que merece todo el desprecio ciudadano, así tenga 80 o más años que la culpa de sus crímenes no debería borrarse nunca.


