¡Urgente acreditación de universidades con estándares del siglo XXI!
¡Urgente acreditación de universidades con estándares del siglo XXI!
Ante el fatal declive de EEUU, asistimos absortos al galopante ascenso de China, gracias a su formidable educación productiva, pauteará la revolución científica, tecnológica y el comercio mundial del siglo XXI. Latinoamérica, atrapada en el consumismo y obsesionada por el pasado, acredita a las universidades con estándares del siglo XX, claudicando producir tecnología en la era del conocimiento, que pueda asegurarnos un rol activo en esta globalización líquida.
La acreditación forja una cultura de garantía de la calidad educativa para el desarrollo, como sugieren Michavila & Zamorano, por lo que es urgente continuar este proceso obligatorio en toda la arquitectura del sistema educativo peruano, fortaleciendo los estándares a nivel del EEES y la OECD, afianzando el Sineace, hoy “congelado”, debido al proyecto de ley, impulsado por el actual gobierno que busca sustituirlo, siguiendo la vieja costumbre, destruir para volver a construir.
El ámbito de soporte institucional está anclado en estos pilares. Colaboradores fidelizados, capacitados por la universidad. Recursos financieros, orientados a desarrollar el aprendizaje, la investigación para transformar y publicitar los resultados científicos, además de capacitar a la plana docente. La presencia de repositorios científicos puede definir el éxito de la universidad. Los servicios de bienestar institucional, transparencia y clima institucional ética, favorecen una cultura solidaria al interior de una infraestructura inteligente y pedagógica.
Desafiando el criterio de la acreditación peruana, centrado en los inputs, respondiendo a los estándares de la OECD, las universidades para lograr calidad, es necesario robustecer su proceso formativo con miras al logro de resultados positivos, llamados outputs. Midiendo el impacto social de los egresados. Su emprendimiento e investigación. Patentes e innovaciones desarrolladas y los idiomas que habla el egresado, así como una competencia profesional y habilidad emocional, en cualquier contexto interconectado.
En conclusión, concordando con los expertos mirando al planeta, la acreditación ha de centrarse en la evaluación de la formación del capital humano productivo, para la mejora continua en esta era digital. Para ello, es imprescindible elevar los estándares de calidad en las universidades al nivel de países desarrollados. Esto, surgirá a partir de la modificación de nuestra Constitución, para impulsar una verdadera política educativa de Estado, que conduzca a construir un país sostenible, sobre un modelo educativo innovador con rostro humano; de lo contrario, acabaremos expectorados del sistema, creado por nosotros mismos.
Francisco Michavila & Silvia Zamorano. Recuperado de:
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¡Urgente acreditación de universidades con estándares del siglo XXI!
¡Urgente acreditación de universidades con estándares del siglo XXI!
Ante el fatal declive de EEUU, asistimos absortos al galopante ascenso de China, gracias a su formidable educación productiva, pauteará la revolución científica, tecnológica y el comercio mundial del siglo XXI. Latinoamérica, atrapada en el consumismo y obsesionada por el pasado, acredita a las universidades con estándares del siglo XX, claudicando producir tecnología en la era del conocimiento, que pueda asegurarnos un rol activo en esta globalización líquida.
La acreditación forja una cultura de garantía de la calidad educativa para el desarrollo, como sugieren Michavila & Zamorano, por lo que es urgente continuar este proceso obligatorio en toda la arquitectura del sistema educativo peruano, fortaleciendo los estándares a nivel del EEES y la OECD, afianzando el Sineace, hoy “congelado”, debido al proyecto de ley, impulsado por el actual gobierno que busca sustituirlo, siguiendo la vieja costumbre, destruir para volver a construir.
El ámbito de soporte institucional está anclado en estos pilares. Colaboradores fidelizados, capacitados por la universidad. Recursos financieros, orientados a desarrollar el aprendizaje, la investigación para transformar y publicitar los resultados científicos, además de capacitar a la plana docente. La presencia de repositorios científicos puede definir el éxito de la universidad. Los servicios de bienestar institucional, transparencia y clima institucional ética, favorecen una cultura solidaria al interior de una infraestructura inteligente y pedagógica.
Desafiando el criterio de la acreditación peruana, centrado en los inputs, respondiendo a los estándares de la OECD, las universidades para lograr calidad, es necesario robustecer su proceso formativo con miras al logro de resultados positivos, llamados outputs. Midiendo el impacto social de los egresados. Su emprendimiento e investigación. Patentes e innovaciones desarrolladas y los idiomas que habla el egresado, así como una competencia profesional y habilidad emocional, en cualquier contexto interconectado.
En conclusión, concordando con los expertos mirando al planeta, la acreditación ha de centrarse en la evaluación de la formación del capital humano productivo, para la mejora continua en esta era digital. Para ello, es imprescindible elevar los estándares de calidad en las universidades al nivel de países desarrollados. Esto, surgirá a partir de la modificación de nuestra Constitución, para impulsar una verdadera política educativa de Estado, que conduzca a construir un país sostenible, sobre un modelo educativo innovador con rostro humano; de lo contrario, acabaremos expectorados del sistema, creado por nosotros mismos.
Francisco Michavila & Silvia Zamorano. Recuperado de: