Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-6-2024
¡Turismo o política de Estado!
Escasas semanas atrás, viajó el canciller Javier González Olaechea a China, lugar donde, con magníficos videos de soporte, reiteró ante las autoridades de ese país, la voluntad peruana de hacer negocios y la de ampliar el espectro de los que están en marcha en los confines nacionales.
De ser autorizada por el Congreso, la presidente Dina Boluarte estaría entre el 23 y 30 del mes corriente, yendo a China. ¿Será cierto que va a interesar a la potencia asiática en más negocios aquí? Eso es lo que ha dicho el titular de Relaciones Exteriores.
¿Creerá alguien que las tratativas comerciales se hacen en pocas horas, con difícil entendimiento del idioma, con planes y proyecciones de largo plazo que, en el caso de China, llevan un adelanto de más de 20 años?
Entonces en un corto período de dos meses, el canciller y la presidente Boluarte, habrían hecho acto presencial, en fechas disímiles, ante los poderosos dirigentes chinos. O, en buen castellano, el señor González Olaechea, puso los rudimentos de enlaces y la jefe de Estado, los ratificaría, consolidaría o interesaría, allá.
Que se sepa China lleva varias décadas potenciando sus exportaciones, invirtiendo en minería, en todas las industrias posibles, inundando el mundo de sur a norte y de este a oeste de toda clase de productos, desde autos hasta mascarillas médicas. NO necesita ¡para nada! que un ministro o una mandataria de nación lejana, les recuerde qué, cómo y cuándo llevar a cabo sus decisiones de Estado.
¿No hay alguna relación entre la posible doble visita peruana y el tema de Puerto Chancay? De seguro que a nadie se le ocurriría que nuestros compatriotas van porque así se lo exigen y con la circunstancia de la Apec y la visita de Xi Jingpin para inaugurar el puerto privado de Cosco Shipping-Minera Volcan en el norte chico.
Hasta donde sé la diplomacia abre caminos, reivindica alamedas de entendimiento internacional y procura horizontes de negociaciones que promuevan en Perú, la creación e incremento de fuentes de trabajo, la apertura de mercados a los que exportar bienes y productos usuales y no tradicionales y el enlace para el turismo de ida y de vuelta.
¿Irá sola la presidente Boluarte? No es conocido su dominio sobre el inglés y mucho menos del chino. ¿Le pedirá al canciller que la escolte en su visita al Asia? Los jerarcas del gigante asiático saben perfectamente qué y cómo quieren decirlo y cuando alzan la voz y dan órdenes que sumisamente siguen otros gobiernos.
De repente doña Dina viajará con la firme determinación de explicar que en Puerto Chancay la soberanía del territorio y el mar son ámbitos irrenunciables del Estado peruano y que hay garantías formidables para un buen trabajo de cara al futuro cercano y al camino hacia el Asia desde allí, pero que la bandera peruana tiene prevalencia con dignidad.
Imposible prever la respuesta china y, de repente, para eso están tan entusiasmados en que vaya doña Dina para decirle personalmente cuál es su posición y decisión geopolítica.
Que Puerto Chancay es importante, nadie puede llamarse a duda. Es posible que algunos no se hayan dado cuenta que la Patria no se vende ni obsequia vía concesiones y que la soberanía nacional es impensable sin soberanía popular.
¿Comprenderán lo que hay en juego, los precarios inquilinos del Congreso? La última hazaña de estas personas fue anunciar el incremento de escaños en diputados y senadores. ¡Como si la gente les dispensara simpatía o respaldo, el más mínimo! ¡Pamplinas!
En el concierto mundial, la voz del Perú, es más bien modesta y se nos conoce por las ruinas arqueológicas y los platos de comida que buenos cocineros comerciantes se encargan de publicitar meritoriamente.
Solos en una Indoamérica o Latinoamérica fragmentada ¿podremos negociar de “igual a igual” con una megapotencia como China? Me temo que el sentido común nos da la respuesta obvia e inconcusa.
Me sigo preguntando ¿por qué dos misiones, costosas, lejanas, absolutamente protocolares, debe hacer Perú en China y sus autoridades que lo son también, y sobre todo, del Partido Comunista?
Si viene Xi Jingping en noviembre al evento de Apec ¿por qué no lo esperamos y se charla in extenso en Lima? Son necesarias muchas explicaciones. Y muy urgentes.
Más aún, ¿no hay, acaso, plataformas de comunicación en tiempo real y por el necesario tiempo, para gestionar entrevistas satisfactorias sin desperdicio de los recursos del Estado en viajes que parecen vacaciones y turismo con la delicada diferencia que lo paga el pueblo? ¡Los que quieran pasearse por el mundo, que lo hagan con su dinero!
Además, hay que decirlo, en un balance de quién gobierna, la señora Boluarte tiene presencia minoritaria al lado del Congreso que es el que toma las decisiones, casi siempre con torpeza elefantiásica pero no hay duda posible de esa realidad política.
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Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-6-2024
¡Turismo o política de Estado!
Escasas semanas atrás, viajó el canciller Javier González Olaechea a China, lugar donde, con magníficos videos de soporte, reiteró ante las autoridades de ese país, la voluntad peruana de hacer negocios y la de ampliar el espectro de los que están en marcha en los confines nacionales.
De ser autorizada por el Congreso, la presidente Dina Boluarte estaría entre el 23 y 30 del mes corriente, yendo a China. ¿Será cierto que va a interesar a la potencia asiática en más negocios aquí? Eso es lo que ha dicho el titular de Relaciones Exteriores.
¿Creerá alguien que las tratativas comerciales se hacen en pocas horas, con difícil entendimiento del idioma, con planes y proyecciones de largo plazo que, en el caso de China, llevan un adelanto de más de 20 años?
Entonces en un corto período de dos meses, el canciller y la presidente Boluarte, habrían hecho acto presencial, en fechas disímiles, ante los poderosos dirigentes chinos. O, en buen castellano, el señor González Olaechea, puso los rudimentos de enlaces y la jefe de Estado, los ratificaría, consolidaría o interesaría, allá.
Que se sepa China lleva varias décadas potenciando sus exportaciones, invirtiendo en minería, en todas las industrias posibles, inundando el mundo de sur a norte y de este a oeste de toda clase de productos, desde autos hasta mascarillas médicas. NO necesita ¡para nada! que un ministro o una mandataria de nación lejana, les recuerde qué, cómo y cuándo llevar a cabo sus decisiones de Estado.
¿No hay alguna relación entre la posible doble visita peruana y el tema de Puerto Chancay? De seguro que a nadie se le ocurriría que nuestros compatriotas van porque así se lo exigen y con la circunstancia de la Apec y la visita de Xi Jingpin para inaugurar el puerto privado de Cosco Shipping-Minera Volcan en el norte chico.
Hasta donde sé la diplomacia abre caminos, reivindica alamedas de entendimiento internacional y procura horizontes de negociaciones que promuevan en Perú, la creación e incremento de fuentes de trabajo, la apertura de mercados a los que exportar bienes y productos usuales y no tradicionales y el enlace para el turismo de ida y de vuelta.
¿Irá sola la presidente Boluarte? No es conocido su dominio sobre el inglés y mucho menos del chino. ¿Le pedirá al canciller que la escolte en su visita al Asia? Los jerarcas del gigante asiático saben perfectamente qué y cómo quieren decirlo y cuando alzan la voz y dan órdenes que sumisamente siguen otros gobiernos.
De repente doña Dina viajará con la firme determinación de explicar que en Puerto Chancay la soberanía del territorio y el mar son ámbitos irrenunciables del Estado peruano y que hay garantías formidables para un buen trabajo de cara al futuro cercano y al camino hacia el Asia desde allí, pero que la bandera peruana tiene prevalencia con dignidad.
Imposible prever la respuesta china y, de repente, para eso están tan entusiasmados en que vaya doña Dina para decirle personalmente cuál es su posición y decisión geopolítica.
Que Puerto Chancay es importante, nadie puede llamarse a duda. Es posible que algunos no se hayan dado cuenta que la Patria no se vende ni obsequia vía concesiones y que la soberanía nacional es impensable sin soberanía popular.
¿Comprenderán lo que hay en juego, los precarios inquilinos del Congreso? La última hazaña de estas personas fue anunciar el incremento de escaños en diputados y senadores. ¡Como si la gente les dispensara simpatía o respaldo, el más mínimo! ¡Pamplinas!
En el concierto mundial, la voz del Perú, es más bien modesta y se nos conoce por las ruinas arqueológicas y los platos de comida que buenos cocineros comerciantes se encargan de publicitar meritoriamente.
Solos en una Indoamérica o Latinoamérica fragmentada ¿podremos negociar de “igual a igual” con una megapotencia como China? Me temo que el sentido común nos da la respuesta obvia e inconcusa.
Me sigo preguntando ¿por qué dos misiones, costosas, lejanas, absolutamente protocolares, debe hacer Perú en China y sus autoridades que lo son también, y sobre todo, del Partido Comunista?
Si viene Xi Jingping en noviembre al evento de Apec ¿por qué no lo esperamos y se charla in extenso en Lima? Son necesarias muchas explicaciones. Y muy urgentes.
Más aún, ¿no hay, acaso, plataformas de comunicación en tiempo real y por el necesario tiempo, para gestionar entrevistas satisfactorias sin desperdicio de los recursos del Estado en viajes que parecen vacaciones y turismo con la delicada diferencia que lo paga el pueblo? ¡Los que quieran pasearse por el mundo, que lo hagan con su dinero!
Además, hay que decirlo, en un balance de quién gobierna, la señora Boluarte tiene presencia minoritaria al lado del Congreso que es el que toma las decisiones, casi siempre con torpeza elefantiásica pero no hay duda posible de esa realidad política.