Política

¿Transición o comedia con libreto anticipado?

hcmujica@gmail.com
joséjerí
10 de octubre del 2025

Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
11-10-2025

¿Transición o comedia con libreto anticipado?

Una, entre muchas otras, todas urgentes, de las preguntas que se hace la ciudadanía es obtener una respuesta categórica en torno a la honorabilidad de las elecciones convocadas para el 2026.

El señor José Jerí, flamante juramentado en la presidencia de la República, tiene la obligación urgentísima de esclarecer las feas denuncias que sobre su persona existen. Pero sin favores exculpatorios o los diplomas que otorga el toma y daca de favores tan tradicional y repugnante.

Da risa ver que algunos veteranos traficantes de influencias están preocupados porque se produzca una “repartija” en el gabinete ministerial que comandará Jerí. Los que han hecho su vida pública traficando a troche y moche con los bienes públicos carecen de cualquier moral para reclamar absolutamente nada.

¿Qué respuesta movilizará el nuevo gobierno frente a la acción criminal desbocada y con una policía que resiente la presencia de elementos malos en sus filas que dan pésimo ejemplo a la ciudadanía?

Ayer menudeaban las interpretaciones en torno a las razones de la caída de doña Dina Boluarte. El asunto no es tan complicado: dejó de ser útil a los intereses de los grupos de poder y le quitaron el piso y ¡se desbarrancó de muelas!

Nótese que el gobierno de Boluarte se sostuvo por su alianza con el Congreso. Bastó que a través de una analfabeta política, hábil para cantar para Montesinos, anunciara el apoyo a la vacancia, para que el castillo de naipes, se derrumbara calamitosamente.

Ese mismo Congreso fue el que durante año y medio o algo más procurara, pretextos más o menos, la vacancia de Pedro Castillo. Pero es tan mediocre y gris este Parlamento que Castillo se disparó a los pies y un triste 7 de diciembre, pretendió un golpe de Estado, al menos en la proclama, que obtuvo cero resultados.

Los grupos que han sido activos participantes de la vacancia de Boluarte fueron los que hicieron lo propio contra Castillo. En cualquier caso la montonera fue grotescamente ilegal, falsa, miserable. ¿Era buena la vacancia para Castillo y, rota la alianza, tornó idéntica para Boluarte?

¿Y la calle y sus rugidos que aumentan con los días?

Pretender confinar el timón de la Nación a un Congreso que casi el 95% de ciudadanos odia cervalmente o a un gobierno novísimo y con una persona muy cuestionada, puede ser un buen intento pero los baches están a la vista si hay la absurda falta del componente juvenil predominante en calles y avenidas.

Empujar a que la policía o Fuerzas Armadas salgan a reprimir a balazo limpio o con violencia desmedida, es una bestialidad propia de bárbaros Atilas esos de que hablaba César Vallejo. Los caminos de la violencia son atajos al despeñadero más suicida.

¿Son los grupos políticos que están en el Congreso todos los que tienen voz en el avatar cotidiano del país? ¡De ninguna manera! Hay grupos regionales respetables y predominantes en sus zonas. ¿Persistirán los torpes en negarles mando y comando?

A enormes mayorías el enroque Jerí por Boluarte, no satisface y por el contrario, gatilla muy serias dudas de toda índole. La lavada de rostro en Palacio no anticipa cambios sensibles en la conducción del país. Entonces ¿hay que oponerse radicalmente?

A grupos grandes, los signos de la democracia formal: gobierno, Congreso, poderes, judicatura, economía, son símbolos de una clamorosa insuficiencia para dotar al pueblo llano de caminos de progreso, educación y trabajo. ¿Los barremos de un plumazo y nos olvidamos de aquellos?

Los extremos todos son malos. Hay una realidad que está allí, al margen nuestro y mucho más lejos de los deseos por esto o aquello. ¡Es lo que tenemos y reza el dicho, con esos toros tenemos que lidiar!

¿Qué papel cumplen los miedos de comunicación? La prensa concentrada sólo propagandiza lo que a sus grupos publicitarios conviene hacer pasar por verdad y el resto es nulidad pura. O sea la “verdad” de grupos minoritarios que cantan sus salmodias parcializadas.

Acaso la organización de grandes redes sociales y la participación masiva y decente de afiliados, ayude al esclarecimiento y al combate de las “fake news” -noticias falsas- y de propaganda instructiva que contribuya a elevar el nivel político y cívico. Se necesita, eso sí, de voluntarios y misioneros en una tarea bastante ardua. ¡Y sin pago alguno!

¿Por qué no la unidad nacional, con programa mínimo, hasta las elecciones del 2026 y con la meta de pacificación del Perú de modo radical y sincero?

Con la participación de los ronderos, la policía, las fuerzas armadas y en general de toda la ciudadanía, se pulverizó al terrorismo senderista. En buen castellano, ya se derrotó a los violentistas enfermizos cuya “revolución” consistía en el asesinato vulgar y miserable. ¿Es mucho pedir una gran disciplina nacional contra la violencia delictiva que castiga al país?

¿Cuáles serán las garantías que no caminaremos por un gran fraude en las elecciones del próximo año? Hasta hoy las encuestas revelan que los tres primeros puestos serán ocupados por grupos de la derecha cerril y conservadora, por lo que no necesitarían de hacer trampa.

Pero el ladrón político necesita asegurar su robo y el botín -la presidencia y colaterales- parece ser una medalla apetitosa. Conseguir el “poder” en forma “democrática” también es otra forma de robo en la devaluada democracia representativa.

¿Transición o comedia con libreto anticipado?

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10 de octubre del 2025

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Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
11-10-2025

¿Transición o comedia con libreto anticipado?

Una, entre muchas otras, todas urgentes, de las preguntas que se hace la ciudadanía es obtener una respuesta categórica en torno a la honorabilidad de las elecciones convocadas para el 2026.

El señor José Jerí, flamante juramentado en la presidencia de la República, tiene la obligación urgentísima de esclarecer las feas denuncias que sobre su persona existen. Pero sin favores exculpatorios o los diplomas que otorga el toma y daca de favores tan tradicional y repugnante.

Da risa ver que algunos veteranos traficantes de influencias están preocupados porque se produzca una “repartija” en el gabinete ministerial que comandará Jerí. Los que han hecho su vida pública traficando a troche y moche con los bienes públicos carecen de cualquier moral para reclamar absolutamente nada.

¿Qué respuesta movilizará el nuevo gobierno frente a la acción criminal desbocada y con una policía que resiente la presencia de elementos malos en sus filas que dan pésimo ejemplo a la ciudadanía?

Ayer menudeaban las interpretaciones en torno a las razones de la caída de doña Dina Boluarte. El asunto no es tan complicado: dejó de ser útil a los intereses de los grupos de poder y le quitaron el piso y ¡se desbarrancó de muelas!

Nótese que el gobierno de Boluarte se sostuvo por su alianza con el Congreso. Bastó que a través de una analfabeta política, hábil para cantar para Montesinos, anunciara el apoyo a la vacancia, para que el castillo de naipes, se derrumbara calamitosamente.

Ese mismo Congreso fue el que durante año y medio o algo más procurara, pretextos más o menos, la vacancia de Pedro Castillo. Pero es tan mediocre y gris este Parlamento que Castillo se disparó a los pies y un triste 7 de diciembre, pretendió un golpe de Estado, al menos en la proclama, que obtuvo cero resultados.

Los grupos que han sido activos participantes de la vacancia de Boluarte fueron los que hicieron lo propio contra Castillo. En cualquier caso la montonera fue grotescamente ilegal, falsa, miserable. ¿Era buena la vacancia para Castillo y, rota la alianza, tornó idéntica para Boluarte?

¿Y la calle y sus rugidos que aumentan con los días?

Pretender confinar el timón de la Nación a un Congreso que casi el 95% de ciudadanos odia cervalmente o a un gobierno novísimo y con una persona muy cuestionada, puede ser un buen intento pero los baches están a la vista si hay la absurda falta del componente juvenil predominante en calles y avenidas.

Empujar a que la policía o Fuerzas Armadas salgan a reprimir a balazo limpio o con violencia desmedida, es una bestialidad propia de bárbaros Atilas esos de que hablaba César Vallejo. Los caminos de la violencia son atajos al despeñadero más suicida.

¿Son los grupos políticos que están en el Congreso todos los que tienen voz en el avatar cotidiano del país? ¡De ninguna manera! Hay grupos regionales respetables y predominantes en sus zonas. ¿Persistirán los torpes en negarles mando y comando?

A enormes mayorías el enroque Jerí por Boluarte, no satisface y por el contrario, gatilla muy serias dudas de toda índole. La lavada de rostro en Palacio no anticipa cambios sensibles en la conducción del país. Entonces ¿hay que oponerse radicalmente?

A grupos grandes, los signos de la democracia formal: gobierno, Congreso, poderes, judicatura, economía, son símbolos de una clamorosa insuficiencia para dotar al pueblo llano de caminos de progreso, educación y trabajo. ¿Los barremos de un plumazo y nos olvidamos de aquellos?

Los extremos todos son malos. Hay una realidad que está allí, al margen nuestro y mucho más lejos de los deseos por esto o aquello. ¡Es lo que tenemos y reza el dicho, con esos toros tenemos que lidiar!

¿Qué papel cumplen los miedos de comunicación? La prensa concentrada sólo propagandiza lo que a sus grupos publicitarios conviene hacer pasar por verdad y el resto es nulidad pura. O sea la “verdad” de grupos minoritarios que cantan sus salmodias parcializadas.

Acaso la organización de grandes redes sociales y la participación masiva y decente de afiliados, ayude al esclarecimiento y al combate de las “fake news” -noticias falsas- y de propaganda instructiva que contribuya a elevar el nivel político y cívico. Se necesita, eso sí, de voluntarios y misioneros en una tarea bastante ardua. ¡Y sin pago alguno!

¿Por qué no la unidad nacional, con programa mínimo, hasta las elecciones del 2026 y con la meta de pacificación del Perú de modo radical y sincero?

Con la participación de los ronderos, la policía, las fuerzas armadas y en general de toda la ciudadanía, se pulverizó al terrorismo senderista. En buen castellano, ya se derrotó a los violentistas enfermizos cuya “revolución” consistía en el asesinato vulgar y miserable. ¿Es mucho pedir una gran disciplina nacional contra la violencia delictiva que castiga al país?

¿Cuáles serán las garantías que no caminaremos por un gran fraude en las elecciones del próximo año? Hasta hoy las encuestas revelan que los tres primeros puestos serán ocupados por grupos de la derecha cerril y conservadora, por lo que no necesitarían de hacer trampa.

Pero el ladrón político necesita asegurar su robo y el botín -la presidencia y colaterales- parece ser una medalla apetitosa. Conseguir el “poder” en forma “democrática” también es otra forma de robo en la devaluada democracia representativa.

¿Transición o comedia con libreto anticipado?

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