Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
26-12-2025

¿Mirando al sur: con miopía o acierto?

Apenas se produjo el cantado triunfo de Kast en las elecciones chilenas, el presidente provisorio Jerí, anunció reuniones binacionales con el vecino del sur y su nuevo mandatario y hasta puso una fecha: el primer trimestre del 2026.

Ciertamente, el jefe de Estado electo Kast había ofrecido que iba a resolver el problema migratorio de 300 mil personas. Pregunté ¿cuántos peruanos hay en esa cantidad? Sin duda convicto que el tema atañe fundamentalmente a venezolanos.

Informaciones de prensa dieron cuenta, días atrás, que el canciller Hugo de Zela dio alcance al electo Kast en el Aeropuerto Jorge Chávez durante la escala de su viaje hacia Ecuador. ¿Cuántos minutos conversaron, son secretos los acápites tratados?

El propio de Zela anunció que el acápite del corredor humanitario no era una consideración peruana. Eso parece interesante y fue público el anuncio de la postura nacional y que sin duda debe haber sopesado la diplomacia chilena.

Los periodistas modestos podemos preguntar ¿a cuento de qué fue entonces al aeropuerto a verse con Kast? Aún no asume en La Moneda el sureño y se le prodigan honores al más alto nivel.

En otro trabajo hemos dicho:

“El ultra diestro José Antonio Kast ganó indiscutiblemente la presidencia de Chile. Entre sus promesas, la solución respecto de más de 300 mil inmigrantes, tuvo y -ahora con más empuje- posee, el carácter de advertencia terminal. ¿Hacia dónde deportarán a esas decenas de miles?

La mayoría de analistas concuerda en señalar que de ese contingente humano, la mayoría son venezolanos. ¿Hay peruanos también?

El señor Kast, suponemos, no incurrirá en el facilismo de trasladar a la frontera norte de Arica, límite con Perú, a este inmenso grupo humano. Perú alberga desde hace años más de un millón de venezolanos, algunos de los cuales están inmiscuidos en asuntos delictivos y hasta criminales. Hay otros que trabajan y ciertamente también hay profesionales de alto nivel laborando aquí.

Siendo que el tema migratorio fue planteado por Kast para su país ¿es absoluta y severa la cerrazón en Santa Rosa, frontera peruana con Chacalluta (Chile), para evitar un desborde peligroso y riesgoso que incluye niños y mujeres a punto del destierro?

El presidente provisional Jerí invitó, a la par que saludaba a Kast triunfante, a sesiones binacionales para el segundo semestre del 2026. Para que esa sesión represente un logro conjunto es imprescindible que Chile resuelva el acápite migratorio bajo su absoluta responsabilidad y uso de recursos.

Y es pertinente que Cancillería peruana reivindique posiciones dignas, mantenga un comportamiento soberano y advierta con asesoría correcta al presidente Jerí que cualquier desmán promovido desde el sur será de absoluta responsabilidad de los nuevos inquilinos de La Moneda y que eso lesiona cualquier buena voluntad.” Chile: ¿300 mil hacia dónde? 16-12-2025, https://tinyurl.com/4fvuvwv5

¿No debía ser lo prudente esperar la política oficial chilena respecto a esos 300 mil migrantes sobre los cuales Perú no contempla ningún corredor humanitario? De repente los sureños deciden llevarlos por avión a otro país y así arreglan un tema arduo sin duda.

Si las inexplicables prisas de de Zela son notorias, es absolutamente condenable y revelador que los postulantes a vivir bien en el Senado o en Diputados ¡ni siquiera se dignen dar barruntos, hasta los más elementales, que la política exterior del Estado, tiene importancia en sus cuasi insignificantes “inteligencias”!

En Perú se conoce muy bien el vía crucis de millones de venezolanos. Por lo menos 1.5 millones ya viven aquí, trabajan y han formado familias. Existen elementos negativos que incursionaron por derroteros del delito y la extorsión. Imposible agrandar el asunto con más ciudadanos de esa nacionalidad.

Infiérese que la política exterior respecto de Chile siempre tiene que poseer un ojo avizor y alerta. El recordado escritor y ex parlamentario Alfonso Benavides Correa, tituló así a sus reflexiones, luego convertidas en un grueso libro de más de 700 páginas: una difícil vecindad.

Por extraña e impostada superioridad en Torre Tagle existe la costumbre de no oír a quienes no pertenecen a la entidad. No importa el acierto de los análisis o la profundidad de las exégesis, los embajadores saben porque sí. Tamaña aberración se encara con internacionalistas a la carta o amigotes.

La hipocresía, madre y maestra inconveniente y hasta enemiga, recaló en Perú, se metió en su alma colectiva y no hay organismo que pueda escaparse a su influjo nocivo, canceroso, auto-destructor. Se es tan hipócrita en Perú que ni siquiera se admite la peligrosidad involutiva a que nos está llevando el fenómeno disolvente. Y, por cierto, para alegría de otros que adquieren barato, muy barato a los indignos que siempre ruegan porque los compren. ¡Allá ellos!

Recordemos con González Prada:

“Porque en todas las instituciones nacionales y en todos los ramos de la administración pública sucede lo mismo que en el Parlamento: los reverendísimos, los excelentísimos, los ilustrísimos y los useseñorías valen tanto como los honorables. Aquí ninguno vive su vida verdadera, que todos hacen su papel en la gran farsa. El sabio no es tal sabio; el rico, tal rico; el héroe, tal héroe; el católico, tal católico; ni el librepensador, tal librepensador. Quizá los hombres no son tales hombres ni las mujeres son tales mujeres. Sin embargo, no faltan personas graves que toman a lo serio las cosas. ¡Tomar a lo serio cosas del Perú!

Esto no es república sino mojiganga.”