Uncategorized

General Robles denunció comandos militares de aniquilación

hcmujica@gmail.com
DenuncianteComandos
5 de mayo del 2024

Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-5-2024

General Robles denunció comandos militares de aniquilación

El General Rodolfo Robles Espinoza, tercero en la línea de mando en abril 93 y segundo a partir de julio, denunció ante el presidente del fuero militar, José Picón Alcalde, de manera verbal, la existencia de un destacamento militar que estaba realizando asesinatos so pretexto guerra contrasubversiva.

O sea, existieron comandos de aniquilación.

Demandó Robles, investigación contra esos malos elementos a fin que la mancha de asesinos no recayera en la institución y fuera el mismo Ejército el que apartara a los malos elementos (por entonces ya habían jueces sin rostro).

A este destacamento, (fuentes internas del mismo SIE y del autodenominado grupo Comaca, le comunicaron al general Robles), se le atribuye la matanza de Barrios Altos (estreno del destacamento), la Cantuta, campesinos de Pativilca entre otros crímenes.

El presidente del fuero militar, promoción del general Robles, en lugar de abrir investigación, denunció al general Robles ante el comandante general del Ejército de ese entonces (Hermoza Ríos) hecho que origina que fuera relevado de su comando y enviado a EEUU a la Junta Interamericana de Defensa.

A partir de esa fecha, fines de abril 93, la familia empezó a recibir continuas amenazas telefónicas y otras acciones que persuadieron al general Robles que el cambio de colocación era un pretexto y que el objetivo era otro más letal.

Por cierto, el titular del Fuero Militar fue premiado con ascenso a general de División y destinado a una Región como Comandante General. Dos meses después, falleció a consecuencia de un extraño accidente de helicóptero que se desplomó a minutos de haber partido.

El general Robles, ante el clima enrarecido y amenazante, ingresó a la embajada de EEUU con toda su familia (esposa, dos hijos militares, un hijo civil, nuera y nieta) y solicitó asilo político por peligrar la vida de todos.

Los funcionarios americanos luego de constatar los hechos, a través de comunicaciones directas con su gobierno, deciden resguardarlo en la embajada y como no podían otorgar asilo a personas que no estuvieran en su territorio, buscaron país amigo para triangular la salida del general Robles y su familia del país.

El Servicio de Inteligencia Nacional, fabricó un psicosocial y lo hizo circular desde las agencias noticiosas extranjeras y que daban cuenta que las “fuerzas” de Robles peleaban contra los leales en Palacio.

A raíz de ese psicosocial el general Robles decide hacer una denuncia pública sobre la existencia del destacamento militar, mal llamado Colina. Acción que llevó a cabo la señora Nelly Montoya, esposa del general Robles.

En la denuncia, realizada el 6 de mayo de 1993, Robles confirmó la realizada por el congresista Henry Pease ante el pleno del Congreso sobre las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta y que muchas legisladoras oficialistas tildaron como documentos apócrifos.

El general Robles exigió que Alberto Fujimori investigara al detalle la denuncia pública efectuada, obteniendo como palurda respuesta que "el ejército no está compuesto por señoritas" a lo que Robles contestó " tampoco por asesinos".

Robles llegó a la conclusión que Fujimori sabía y avalaba el accionar del destacamento de sicarios uniformados, reconfirmada con la cárcel dorada que se les otorgó y la posterior amnistía en el 95 para la reelección.

Es decir, el general Robles daba solidez a la denuncia y ponía el pecho para salvar el honor de la institución militar denunciando con nombre y apellido a los sicarios uniformados que con su accionar enlodaban el sagrado uniforme de la Patria, sacrificando su carrera (a punto de ser el segundo en antigüedad del Ejército y la carrera de sus hijos, oficiales subalternos que realizaban impecable forja de servicios).

Robles, en represalia fue expulsado de su promoción, descolgadas sus fotos de todo lugar donde comandara a lo largo de su carrera, retirados sus derechos y beneficios, insultado como felón y dado de baja por medida disciplinaria al igual que a sus hijos oficiales.

Cabe señalar que dicha que dicha medida continúa aún para sus hijos porque ya en el gobierno de Toledo le reivindicaron sus derechos y mantuvieron, por decisión del entonces alto mando militar, las medidas disciplinarias.

El crimen selectivo, las matanzas indiscriminadas, el accionar de patotas de aniquilación fueron moneda común durante el gobierno delincuencial de Kenya Fujimori.

 

Tags relacionados

Relacionadas

Uncategorized

General Robles denunció comandos militares de aniquilación

hcmujica@gmail.com
DenuncianteComandos
5 de mayo del 2024

Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
6-5-2024

General Robles denunció comandos militares de aniquilación

El General Rodolfo Robles Espinoza, tercero en la línea de mando en abril 93 y segundo a partir de julio, denunció ante el presidente del fuero militar, José Picón Alcalde, de manera verbal, la existencia de un destacamento militar que estaba realizando asesinatos so pretexto guerra contrasubversiva.

O sea, existieron comandos de aniquilación.

Demandó Robles, investigación contra esos malos elementos a fin que la mancha de asesinos no recayera en la institución y fuera el mismo Ejército el que apartara a los malos elementos (por entonces ya habían jueces sin rostro).

A este destacamento, (fuentes internas del mismo SIE y del autodenominado grupo Comaca, le comunicaron al general Robles), se le atribuye la matanza de Barrios Altos (estreno del destacamento), la Cantuta, campesinos de Pativilca entre otros crímenes.

El presidente del fuero militar, promoción del general Robles, en lugar de abrir investigación, denunció al general Robles ante el comandante general del Ejército de ese entonces (Hermoza Ríos) hecho que origina que fuera relevado de su comando y enviado a EEUU a la Junta Interamericana de Defensa.

A partir de esa fecha, fines de abril 93, la familia empezó a recibir continuas amenazas telefónicas y otras acciones que persuadieron al general Robles que el cambio de colocación era un pretexto y que el objetivo era otro más letal.

Por cierto, el titular del Fuero Militar fue premiado con ascenso a general de División y destinado a una Región como Comandante General. Dos meses después, falleció a consecuencia de un extraño accidente de helicóptero que se desplomó a minutos de haber partido.

El general Robles, ante el clima enrarecido y amenazante, ingresó a la embajada de EEUU con toda su familia (esposa, dos hijos militares, un hijo civil, nuera y nieta) y solicitó asilo político por peligrar la vida de todos.

Los funcionarios americanos luego de constatar los hechos, a través de comunicaciones directas con su gobierno, deciden resguardarlo en la embajada y como no podían otorgar asilo a personas que no estuvieran en su territorio, buscaron país amigo para triangular la salida del general Robles y su familia del país.

El Servicio de Inteligencia Nacional, fabricó un psicosocial y lo hizo circular desde las agencias noticiosas extranjeras y que daban cuenta que las “fuerzas” de Robles peleaban contra los leales en Palacio.

A raíz de ese psicosocial el general Robles decide hacer una denuncia pública sobre la existencia del destacamento militar, mal llamado Colina. Acción que llevó a cabo la señora Nelly Montoya, esposa del general Robles.

En la denuncia, realizada el 6 de mayo de 1993, Robles confirmó la realizada por el congresista Henry Pease ante el pleno del Congreso sobre las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta y que muchas legisladoras oficialistas tildaron como documentos apócrifos.

El general Robles exigió que Alberto Fujimori investigara al detalle la denuncia pública efectuada, obteniendo como palurda respuesta que "el ejército no está compuesto por señoritas" a lo que Robles contestó " tampoco por asesinos".

Robles llegó a la conclusión que Fujimori sabía y avalaba el accionar del destacamento de sicarios uniformados, reconfirmada con la cárcel dorada que se les otorgó y la posterior amnistía en el 95 para la reelección.

Es decir, el general Robles daba solidez a la denuncia y ponía el pecho para salvar el honor de la institución militar denunciando con nombre y apellido a los sicarios uniformados que con su accionar enlodaban el sagrado uniforme de la Patria, sacrificando su carrera (a punto de ser el segundo en antigüedad del Ejército y la carrera de sus hijos, oficiales subalternos que realizaban impecable forja de servicios).

Robles, en represalia fue expulsado de su promoción, descolgadas sus fotos de todo lugar donde comandara a lo largo de su carrera, retirados sus derechos y beneficios, insultado como felón y dado de baja por medida disciplinaria al igual que a sus hijos oficiales.

Cabe señalar que dicha que dicha medida continúa aún para sus hijos porque ya en el gobierno de Toledo le reivindicaron sus derechos y mantuvieron, por decisión del entonces alto mando militar, las medidas disciplinarias.

El crimen selectivo, las matanzas indiscriminadas, el accionar de patotas de aniquilación fueron moneda común durante el gobierno delincuencial de Kenya Fujimori.

 

Tags relacionados