¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!

En el 2007, cuando se escribió el libro de la referencia y que se pone a disposición del lector, guardaba ominosa vigencia la Addenda IV -2003- entre la empresa concesionaria Lima Airport Partners, LAP, y el Estado peruano como concedente del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

Una de las lindezas más desvergonzadas la constituyó el siguiente párrafo:

"En el caso de que los avances tecnológicos existentes al momento en que deba iniciarse la construcción de la segunda pista hagan inútil o parcialmente inútil, la construcción de la misma, el Concedente contando, previamente, con la opinión técnica de OSITRAN podrá modificar o sustituir la obligación del Concesionario de construir la segunda pista. Esta facultad es exclusiva del Concedente y deberá ser ejercida a más tardar doce (12) meses después de la culminación del procedimiento de entrega."

¡Por supuesto que al 2016, ad portas la firma de la VII Addenda, NO HAY II pista en el Jorge Chávez!

¿Cómo así que el ministro de Transportes Martín Vizcarra ha anunciado muy suelto de huesos que Perú firmará el VII capítulo con LAP cuando hay vacíos culposos que subsisten desde hace largos años?

Y LAP pretende la concesión del Jorge Chávez hasta el 2041, pero el testimonio de sus ganas de hacer la segunda pista la dejaron patente en la Addenda del 2003. ¿O no?

¿Cómo así Perú se allanó a aceptar la sétima addenda pedida por el concesionario?, ¿a cuanto ascendió la multa o presión dineraria a favor de LAP? Nadie sabe sobre el asunto ¡ni por casualidad!

¡Estafa al Perú! tuvo, nunca imaginé tal respuesta, repercusiones entre divertidas y delicadas: 5 juicios penales por más de ¡1 millón de dólares!. Largos años de peregrinaje en cortes y tribunales y polémicas de múltiple volumen con los abogados perseguidores contratados por LAP, sobresaliendo el doctor Prescripción Luis Vargas Valdivia. Nunca entendí del todo ¿para qué pagaban tantos cientos y miles de dólares porque perdieron todos los casos?.

La invicta sabiduría penal del doctor Guillermo Olivera Díaz en la defensa de nuestros casos, protagonizó momentos de brillo ilustre y no pocas veces barrió el piso con los abogados acusadores y bien avituallados de dinero.

Hay hasta dos sindicatos dispuestos a dar una cuota y un par de amigos con igual intención para lograr los fondos para la reedición de Estafa, corregida y aumentada. Si alguien quiere anotarse, bienvenido.

Aprecie el lector que la concesión del Jorge Chávez mereció artículos, estudios y libros por parte del tempranamente desaparecido Raúl Wiener y quien esto escribe. Y la represión de LAP no nos arredró sino más bien galvanizó nuestra sed de justicia y los éxitos fueron la justa presea a semejantes imposturas de la concesionaria.

Debería ser hora que, prescindiendo del autor, los políticos, parlamentarios y gobernantes comprendieran la naturaleza genuina y real del Aeropuerto Jorge Chávez y que actuaran con apego indisoluble a los intereses del país. Eso no hace daño y dignifica.