Política

Entre amigotes se premian

hcmujica@gmail.com
Entre amigotes se premian
Entre amigotes se premian
9 de enero del 2023

Entre amigotes se premian

No tiene 10 días en el cargo pero empieza a congratular o retornar favores el flamante alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. Anunció en días recientes la posible entrega de la “Medalla de Lima” a la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides.

¿Son del mismo partido, agrupación religiosa, club deportivo, estas dos personas?

López Aliaga, notable por no pagar los más de S/ 30 millones que debe a la Sunat, y la señora Benavides tienen en común haber sido puntales feroces contra el ex presidente Castillo. Al lado de más de 70 legisladores, ostentan el único mérito de haber sido eficientes promotores de la crítica letal y la vacancia.

Cuando se trata de premios, reconocimientos o distinciones con medallas, diplomas, menciones honrosas, placas y demás adminículos, no hay timidez que valga y no pocas veces los que van a ser condecorados ¡pagan el convite, la eventual orquesta y el plato de ocasión!

Por años de años, intelectuales de quiosco e ideólogos de ONG, enriquecieron sus hojas de vida con esta clase de auto-bombo y que lo digan sino el mudo testimonio de cuadros en las paredes o preseas en los escritorios. Vanidad, monda y lironda.

Esa frivolidad obscena de estar premiando a los amigotes no hace sino repetir lugares comunes de la más ridícula e inaceptable camandulería hipócrita

La narrativa ultra conservadora ha copiado el procedimiento y vía el mismo, pretende edulcorar el trago amargo que la ciudadanía contempla, cuando verifica que sus tributos sirven para la soberbia de no pocos pobres diablos.

El alcalde novísimo ya reveló el comienzo de sus estrambóticas iniciativas y callado otras. Por ejemplo, ha sugerido que el Museo de la Memoria esté a cargo de las FFAA y de la PNP. ¿Está semejante tarea administrativa dentro de actividades militares? No parece que fuera muy sensata la sugerencia.

A menos que, se pretenda ordenar manu militare cómo funciona esa dependencia. Lo cual sólo sería la génesis de absurdos similares. Entran los que rindan juramento y los que se cuadren chocando los tacos del calzado y cosas por el estilo.

La premiaduría de amigotes, no sólo ridiculiza la meritocracia, la convierte en cero y agrede a quienes no son partidarios de posturas conservadoras defensoras del status quo, de los altos sueldos, de las comodidades oficinescas y del auto-bombo mediático que llega fácil porque para eso sí hay dólares pro domo sua.

La narrativa a la diestra pretende instalar que hay muertos buenos (los “violentistas, terroristas, senderistas”, etc) y que a aquellos tiroteados por bala militar no merecen investigación exhaustiva del cómo y en qué circunstancias ocurrió el infausto suceso.

Esos peruanos no tienen apellido ni origen ni eran nada, según la adocenada prensa concentrada que cada día pierde más objetividad.

¿Cómo explica el gobierno de la presidente Dina Boluarte la muerte de 29-30 peruanos en días pasados?

En las redes sociales hay enfrentamientos feroces y puede constatarse la existencia de hienas y chacales a los que solo falta morder a dentelladas a sus adversarios porque son “violentistas, senderistas”, etc. ¡Ni siquiera ha habido investigación pero ya fueron motejados!

Desdeñar a las redes sociales y su potente impulso a toda clase de “noticias”, sería insensato. Hay barbaridades y mentiras a granel pero también hay material de estudio valioso y serio. El secreto consiste en discriminar la paja del trigo.

La democracia de juguete tiene sus morisquetas aparentadoras. Es como para decir que algo se está haciendo y acometiendo. La realidad, que es más dura que cualquier onanismo pseudo-intelectual o “sociológico”, nos dice que el pobre está menos defendido que antes y más sólo en la consuetudinaria soledad de que es poseedor tradicional.

En el Perú disfrazamos todo con edificios huecos de palabrería gárrula.

Tomar a lo serio cosas del Perú, esto no es república, es mojiganga, advirtió González Prada.

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9 de enero del 2023

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No tiene 10 días en el cargo pero empieza a congratular o retornar favores el flamante alcalde de Lima, Rafael López Aliaga. Anunció en días recientes la posible entrega de la “Medalla de Lima” a la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides.

¿Son del mismo partido, agrupación religiosa, club deportivo, estas dos personas?

López Aliaga, notable por no pagar los más de S/ 30 millones que debe a la Sunat, y la señora Benavides tienen en común haber sido puntales feroces contra el ex presidente Castillo. Al lado de más de 70 legisladores, ostentan el único mérito de haber sido eficientes promotores de la crítica letal y la vacancia.

Cuando se trata de premios, reconocimientos o distinciones con medallas, diplomas, menciones honrosas, placas y demás adminículos, no hay timidez que valga y no pocas veces los que van a ser condecorados ¡pagan el convite, la eventual orquesta y el plato de ocasión!

Por años de años, intelectuales de quiosco e ideólogos de ONG, enriquecieron sus hojas de vida con esta clase de auto-bombo y que lo digan sino el mudo testimonio de cuadros en las paredes o preseas en los escritorios. Vanidad, monda y lironda.

Esa frivolidad obscena de estar premiando a los amigotes no hace sino repetir lugares comunes de la más ridícula e inaceptable camandulería hipócrita

La narrativa ultra conservadora ha copiado el procedimiento y vía el mismo, pretende edulcorar el trago amargo que la ciudadanía contempla, cuando verifica que sus tributos sirven para la soberbia de no pocos pobres diablos.

El alcalde novísimo ya reveló el comienzo de sus estrambóticas iniciativas y callado otras. Por ejemplo, ha sugerido que el Museo de la Memoria esté a cargo de las FFAA y de la PNP. ¿Está semejante tarea administrativa dentro de actividades militares? No parece que fuera muy sensata la sugerencia.

A menos que, se pretenda ordenar manu militare cómo funciona esa dependencia. Lo cual sólo sería la génesis de absurdos similares. Entran los que rindan juramento y los que se cuadren chocando los tacos del calzado y cosas por el estilo.

La premiaduría de amigotes, no sólo ridiculiza la meritocracia, la convierte en cero y agrede a quienes no son partidarios de posturas conservadoras defensoras del status quo, de los altos sueldos, de las comodidades oficinescas y del auto-bombo mediático que llega fácil porque para eso sí hay dólares pro domo sua.

La narrativa a la diestra pretende instalar que hay muertos buenos (los “violentistas, terroristas, senderistas”, etc) y que a aquellos tiroteados por bala militar no merecen investigación exhaustiva del cómo y en qué circunstancias ocurrió el infausto suceso.

Esos peruanos no tienen apellido ni origen ni eran nada, según la adocenada prensa concentrada que cada día pierde más objetividad.

¿Cómo explica el gobierno de la presidente Dina Boluarte la muerte de 29-30 peruanos en días pasados?

En las redes sociales hay enfrentamientos feroces y puede constatarse la existencia de hienas y chacales a los que solo falta morder a dentelladas a sus adversarios porque son “violentistas, senderistas”, etc. ¡Ni siquiera ha habido investigación pero ya fueron motejados!

Desdeñar a las redes sociales y su potente impulso a toda clase de “noticias”, sería insensato. Hay barbaridades y mentiras a granel pero también hay material de estudio valioso y serio. El secreto consiste en discriminar la paja del trigo.

La democracia de juguete tiene sus morisquetas aparentadoras. Es como para decir que algo se está haciendo y acometiendo. La realidad, que es más dura que cualquier onanismo pseudo-intelectual o “sociológico”, nos dice que el pobre está menos defendido que antes y más sólo en la consuetudinaria soledad de que es poseedor tradicional.

En el Perú disfrazamos todo con edificios huecos de palabrería gárrula.

Tomar a lo serio cosas del Perú, esto no es república, es mojiganga, advirtió González Prada.

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