Corte Superior de Justicia de Lima también contrata con proveedor polémico

Corte Superior de Justicia de Lima también contrata con proveedor polémico
Tal parece, como damos cuenta, con el paso de los días algunas Cortes de Justicia -Lima, Ucayali, han otorgado la buena pro a empresas que no exhiben la presentación de sus planillas de personal ante el Ministerio de Trabajo que den sustento formal y cumplimiento a la fabricación de uniformes que se estipula en los contratos aludidos.
El Poder Judicial y todas sus dependencias deberían ser como la mujer del César: no sólo serlo, sino parecerlo.
Estas irregularidades impulsarían a que ¡de oficio! los órganos de control interno actúen así como también, ante la sospecha de evasión de impuestos, la SUNAT someta a estas empresas a una auditoría integral y es imposible descartar la multitud de sorpresas que serán descubiertas.
El Estado tiene el deber ineludible de cautelar las seguridades máximas cuando contrata con los proveedores y exigirles el absoluto cumplimiento de los términos de referencia estipulados en las bases de todos los procesos.
Si lo anterior no se cumple es porque hay -y eso es incompatible con la exigencia de comportamiento intachable- malos funcionarios que se hacen de la vista gorda ante irregularidades y precariedades que venimos demostrando.
Muy pocos días atrás dimos cuenta del negocio que ha emprendido la Corte Superior de Justicia de Ucayali con la señora Diomira Zabarbaburu y quien desee enterarse de la precariedad de esta proveedora puede leer en ¿Poder Judicial-Ucayali alienta violación de sus contratos con proveedores? https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%BFpoder-judicial-ucayali-alienta-violaci%C3%B3n-de-sus-contratos-con-proveedores
Ahora se trata de nada más ni nada menos que la Corte Superior de Justicia de Lima que contrata a doña Diomira Zabarbaburu consorciada con Luz Marina García de la Cruz y por el monto de S/ 908,628 para uniformes en esa institución.
Según la SUNAT, Diomira Zabarbaburu es una contribuyente de alto riesgo (semáforo rojo). Su deuda actual es de S/ 22,990.90, protestos 95%; tributaria 4%; laboral 0.8%. Anteriormente tuvo una deuda de S/ 890,640.62 y que fue pagada con dificultad, subiendo temporalmente de cliente de alto riesgo, a cliente con riesgo.
A pesar de lo antedicho participa en procesos convocados por el Estado y los gana fácilmente, sin mayores dificultades ante el resto de proveedores. ¿Cómo lo hacen? Misterios que parece ocurren, cada vez con mayor frecuencia, en la administración pública.
Nótese que doña Diomira, esta vez, como para dar mejor impresión, consorcia su esfuerzo con Luz Marina García con 1 trabajador desde abril de este año, y como habíamos adelantado días atrás, Diomira sólo tiene 7 empleados. Sin embargo ya han, literalmente, capturado al Poder Judicial tanto en Ucayali como Lima.
En nuestra nota anterior dimos el detalle de dónde funciona y la nula calidad industrial del local de doña Diomira.
¿Es que no hay quien cuide la corrección de cómo se procesan las licitaciones en que incurren las Cortes Superiores de Justicia? No hablamos de cualquier cosa: Lima y Ucayali. ¿Cuántas más van a tener tratos comerciales con quienes están huérfanos de envergadura y seguridad para los requirientes o clientes?
De lo dicho se puede inferir una especie de explicación del porqué los precios con que concursa Diomira son tan bajos y por qué, a sabiendas que no podrán cumplir plazos de entrega, se zurran en las fechas y ni siquiera las penalidades que establece el contrato, parecen preocuparle. ¿Tienen mucho dinero, les sobra o cómo hacen para trabajar casi a pérdida?
Quien contrata desde el Estado y lo hace con proveedores de dudosa solidez o trayectoria, merecen una investigación porque lo más probable es que el Estado se meta en camisa de once varas y el fracaso sea el lógico e inevitable resultado. Pero ¿quién paga los daños de estas ineficiencias?: el pueblo con sus tributos.
¿Y qué dice la sociedad civil o los medios de comunicación? Absolutamente nada. Lo cual es inexplicable luego de leer estas crónicas muy bien informadas y que dicen la verdad.
Seguiremos investigando e informando.
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Corte Superior de Justicia de Lima también contrata con proveedor polémico

Corte Superior de Justicia de Lima también contrata con proveedor polémico
Tal parece, como damos cuenta, con el paso de los días algunas Cortes de Justicia -Lima, Ucayali, han otorgado la buena pro a empresas que no exhiben la presentación de sus planillas de personal ante el Ministerio de Trabajo que den sustento formal y cumplimiento a la fabricación de uniformes que se estipula en los contratos aludidos.
El Poder Judicial y todas sus dependencias deberían ser como la mujer del César: no sólo serlo, sino parecerlo.
Estas irregularidades impulsarían a que ¡de oficio! los órganos de control interno actúen así como también, ante la sospecha de evasión de impuestos, la SUNAT someta a estas empresas a una auditoría integral y es imposible descartar la multitud de sorpresas que serán descubiertas.
El Estado tiene el deber ineludible de cautelar las seguridades máximas cuando contrata con los proveedores y exigirles el absoluto cumplimiento de los términos de referencia estipulados en las bases de todos los procesos.
Si lo anterior no se cumple es porque hay -y eso es incompatible con la exigencia de comportamiento intachable- malos funcionarios que se hacen de la vista gorda ante irregularidades y precariedades que venimos demostrando.
Muy pocos días atrás dimos cuenta del negocio que ha emprendido la Corte Superior de Justicia de Ucayali con la señora Diomira Zabarbaburu y quien desee enterarse de la precariedad de esta proveedora puede leer en ¿Poder Judicial-Ucayali alienta violación de sus contratos con proveedores? https://senaldealerta.pe/pol%C3%ADtica/%C2%BFpoder-judicial-ucayali-alienta-violaci%C3%B3n-de-sus-contratos-con-proveedores
Ahora se trata de nada más ni nada menos que la Corte Superior de Justicia de Lima que contrata a doña Diomira Zabarbaburu consorciada con Luz Marina García de la Cruz y por el monto de S/ 908,628 para uniformes en esa institución.
Según la SUNAT, Diomira Zabarbaburu es una contribuyente de alto riesgo (semáforo rojo). Su deuda actual es de S/ 22,990.90, protestos 95%; tributaria 4%; laboral 0.8%. Anteriormente tuvo una deuda de S/ 890,640.62 y que fue pagada con dificultad, subiendo temporalmente de cliente de alto riesgo, a cliente con riesgo.
A pesar de lo antedicho participa en procesos convocados por el Estado y los gana fácilmente, sin mayores dificultades ante el resto de proveedores. ¿Cómo lo hacen? Misterios que parece ocurren, cada vez con mayor frecuencia, en la administración pública.
Nótese que doña Diomira, esta vez, como para dar mejor impresión, consorcia su esfuerzo con Luz Marina García con 1 trabajador desde abril de este año, y como habíamos adelantado días atrás, Diomira sólo tiene 7 empleados. Sin embargo ya han, literalmente, capturado al Poder Judicial tanto en Ucayali como Lima.
En nuestra nota anterior dimos el detalle de dónde funciona y la nula calidad industrial del local de doña Diomira.
¿Es que no hay quien cuide la corrección de cómo se procesan las licitaciones en que incurren las Cortes Superiores de Justicia? No hablamos de cualquier cosa: Lima y Ucayali. ¿Cuántas más van a tener tratos comerciales con quienes están huérfanos de envergadura y seguridad para los requirientes o clientes?
De lo dicho se puede inferir una especie de explicación del porqué los precios con que concursa Diomira son tan bajos y por qué, a sabiendas que no podrán cumplir plazos de entrega, se zurran en las fechas y ni siquiera las penalidades que establece el contrato, parecen preocuparle. ¿Tienen mucho dinero, les sobra o cómo hacen para trabajar casi a pérdida?
Quien contrata desde el Estado y lo hace con proveedores de dudosa solidez o trayectoria, merecen una investigación porque lo más probable es que el Estado se meta en camisa de once varas y el fracaso sea el lógico e inevitable resultado. Pero ¿quién paga los daños de estas ineficiencias?: el pueblo con sus tributos.
¿Y qué dice la sociedad civil o los medios de comunicación? Absolutamente nada. Lo cual es inexplicable luego de leer estas crónicas muy bien informadas y que dicen la verdad.
Seguiremos investigando e informando.