Informe
Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
15-11-2024
Chancay, indispensable mirada geopolítica
Una definición simple de la geopolítica dice así: “es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas”.
Perú y su feraz territorio ocupa una parte central en Latinoamérica. Esta ubicación formidable hace más cortos y económicos los caminos marítimos hacia el Asia y la conexión desde los puertos del Atlántico, resultan menos abrumadores para esa clase de exportaciones.
Con Puerto Chancay se abren nuevos derroteros en que la sagacidad geopolítica debe incorporar al Perú soberano en sus decisiones y prioridades, las de aquí no las que convengan a guerreros foráneos que buscan la suya y no la nuestra.
La propaganda, alquilada aquí y la que se difunda desde fuera, emitirán loas y maravillas en torno a lo que se viene en comercio y finanzas. Importante que en todas estas vetas esté presente siempre el bienestar de 33 millones de peruanos.
El Puerto de Chancay está en el Mar de Grau y en territorio nacional, por tanto, nada, absolutamente nada de lo que allí ocurra debe o puede ser ajeno a los altos intereses del Estado peruano. Y eso deben entenderlo los quintacolumnas alquilados de toda ocasión.
¿No resulta insólito que los clubes electorales, alias partidos políticos, no tengan voz orgánica respecto de lo que nace con gran propaganda y probables repercusiones sensacionales que Perú no debe desaprovechar de ninguna manera?
El desarrollo del entorno del Puerto de Chancay debe incluir carreteras, puertos secos, servicios de hospedaje, traductores, guías de turismo desde esa zona al interior. La modernización urbana e inmueble requiere de consultas y soportes a los ciudadanos, atropellarlos es un delito de lesa humanidad.
Además, y sobre todo, conciencia de ser los dueños de un foco geopolítico de enorme importancia para Latinoamérica y su conexión al oriente.
Lo propio, mudez inexplicable, sucede con los aires.
Por años se ha repetido que nuestro Aeropuerto Jorge Chávez concesionado a Lima Airport Partners, LAP, se constituiría en un hub (punto de concentración) de llegada y salida de aeronaves y vuelos intercontinentales.
No deja de ser preocupante que la II pista y la Torre de Control, inauguradas pocos meses atrás por la controvertida presidente Dina Boluarte, sigan no operativas desde octubre 2023, representando una merma significativa y hasta hoy no explicada.
Lo barato sale caro y los vidrios de esa torre de control, distorsionaban la imagen y no sirvieron y por eso tienen que cambiarlos.
La controversia acerca del control total, exclusivo y privado, que se dio a la empresa china Cosco Shipping vía las mismas expresiones de la Autoridad Nacional de Puertos, respecto del contrato en Puerto Chancay persiste como tema pendiente.
Sin duda alguna hay que poner la puntería de investigación en quienes conformaron las comisiones responsables de entregar Puerto Chancay sin los resguardos fundamentales que dicta la Constitución y la soberanía del Perú.
El 95% de nuestros políticos y supuestos hombres de Estado, cuando se les habla del Mar de Grau, imaginan de inmediato sus casas de playa o piscinas, cuando no una rica fritanga de pescado fresco y la ingesta opípara.
Y lo que ocurra en el litoral de más de 2500 kms. del Mar de Grau, tampoco es de su estudio y análisis. Por eso que ocurren disparates que tienen que ver con la geopolítica que ningún Estado puede declinar como herramienta de exégesis.
¿Cuántos puertos privados hay en el mundo? ¡Muy pocos! Uno de ellos, como ya se ha dicho: Chancay.
El obsequio de segmentos de quintas libertades aéreas hecho por el gobierno de Alan García Pérez el 2011, con el silencio cómplice de Cancillería, Congreso y de todo el mundo, representa, por falta de reciprocidad, que el Estado peruano dejara ganar miles de millones de dólares a LanChile (hoy LATAM), sin que el país perciba utilidad alguna.
Como irá notando el lector, el déficit que Perú ostenta en lo marítimo también ocurre en lo aeronaútico sin que el Congreso, Cancillería y ministerios del ramo, se tomen la molestia de averiguar las sinrazones que condujeron a estas fallas garrafales.
El Memorándum de Entendimiento Aéreo entre Perú (vía la DGAC) y Chile, no ha sido discutido ¡nunca! en el Congreso y funciona, en los hechos, como un tratado internacional que carece del fundamental e indispensable refrendo del Parlamento.
Muchos legiferantes son expertos en subir a los aviones pero no distinguen entre un celular y un piano de cola o entre una cumbia y una sinfonía. Pedirles análisis sobre memorándums que hoy son tratados, parecería una exageración de pronóstico reservado.
¿No deberían ser los clubes electorales, muchos en extinción franca, los responsables de entrenar cuadros y avivar el debate político en tiempos en que las raterías parecieran llenar la agenda de discusiones?
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
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Señal de Alerta-Herbert Mujica Rojas
15-11-2024
Chancay, indispensable mirada geopolítica
Una definición simple de la geopolítica dice así: “es un método de estudio de la política exterior para entender, explicar y predecir el comportamiento político internacional a través de variables geográficas”.
Perú y su feraz territorio ocupa una parte central en Latinoamérica. Esta ubicación formidable hace más cortos y económicos los caminos marítimos hacia el Asia y la conexión desde los puertos del Atlántico, resultan menos abrumadores para esa clase de exportaciones.
Con Puerto Chancay se abren nuevos derroteros en que la sagacidad geopolítica debe incorporar al Perú soberano en sus decisiones y prioridades, las de aquí no las que convengan a guerreros foráneos que buscan la suya y no la nuestra.
La propaganda, alquilada aquí y la que se difunda desde fuera, emitirán loas y maravillas en torno a lo que se viene en comercio y finanzas. Importante que en todas estas vetas esté presente siempre el bienestar de 33 millones de peruanos.
El Puerto de Chancay está en el Mar de Grau y en territorio nacional, por tanto, nada, absolutamente nada de lo que allí ocurra debe o puede ser ajeno a los altos intereses del Estado peruano. Y eso deben entenderlo los quintacolumnas alquilados de toda ocasión.
¿No resulta insólito que los clubes electorales, alias partidos políticos, no tengan voz orgánica respecto de lo que nace con gran propaganda y probables repercusiones sensacionales que Perú no debe desaprovechar de ninguna manera?
El desarrollo del entorno del Puerto de Chancay debe incluir carreteras, puertos secos, servicios de hospedaje, traductores, guías de turismo desde esa zona al interior. La modernización urbana e inmueble requiere de consultas y soportes a los ciudadanos, atropellarlos es un delito de lesa humanidad.
Además, y sobre todo, conciencia de ser los dueños de un foco geopolítico de enorme importancia para Latinoamérica y su conexión al oriente.
Lo propio, mudez inexplicable, sucede con los aires.
Por años se ha repetido que nuestro Aeropuerto Jorge Chávez concesionado a Lima Airport Partners, LAP, se constituiría en un hub (punto de concentración) de llegada y salida de aeronaves y vuelos intercontinentales.
No deja de ser preocupante que la II pista y la Torre de Control, inauguradas pocos meses atrás por la controvertida presidente Dina Boluarte, sigan no operativas desde octubre 2023, representando una merma significativa y hasta hoy no explicada.
Lo barato sale caro y los vidrios de esa torre de control, distorsionaban la imagen y no sirvieron y por eso tienen que cambiarlos.
La controversia acerca del control total, exclusivo y privado, que se dio a la empresa china Cosco Shipping vía las mismas expresiones de la Autoridad Nacional de Puertos, respecto del contrato en Puerto Chancay persiste como tema pendiente.
Sin duda alguna hay que poner la puntería de investigación en quienes conformaron las comisiones responsables de entregar Puerto Chancay sin los resguardos fundamentales que dicta la Constitución y la soberanía del Perú.
El 95% de nuestros políticos y supuestos hombres de Estado, cuando se les habla del Mar de Grau, imaginan de inmediato sus casas de playa o piscinas, cuando no una rica fritanga de pescado fresco y la ingesta opípara.
Y lo que ocurra en el litoral de más de 2500 kms. del Mar de Grau, tampoco es de su estudio y análisis. Por eso que ocurren disparates que tienen que ver con la geopolítica que ningún Estado puede declinar como herramienta de exégesis.
¿Cuántos puertos privados hay en el mundo? ¡Muy pocos! Uno de ellos, como ya se ha dicho: Chancay.
El obsequio de segmentos de quintas libertades aéreas hecho por el gobierno de Alan García Pérez el 2011, con el silencio cómplice de Cancillería, Congreso y de todo el mundo, representa, por falta de reciprocidad, que el Estado peruano dejara ganar miles de millones de dólares a LanChile (hoy LATAM), sin que el país perciba utilidad alguna.
Como irá notando el lector, el déficit que Perú ostenta en lo marítimo también ocurre en lo aeronaútico sin que el Congreso, Cancillería y ministerios del ramo, se tomen la molestia de averiguar las sinrazones que condujeron a estas fallas garrafales.
El Memorándum de Entendimiento Aéreo entre Perú (vía la DGAC) y Chile, no ha sido discutido ¡nunca! en el Congreso y funciona, en los hechos, como un tratado internacional que carece del fundamental e indispensable refrendo del Parlamento.
Muchos legiferantes son expertos en subir a los aviones pero no distinguen entre un celular y un piano de cola o entre una cumbia y una sinfonía. Pedirles análisis sobre memorándums que hoy son tratados, parecería una exageración de pronóstico reservado.
¿No deberían ser los clubes electorales, muchos en extinción franca, los responsables de entrenar cuadros y avivar el debate político en tiempos en que las raterías parecieran llenar la agenda de discusiones?
¡Rompamos el pacto infame y tácito de hablar a media voz!